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Marxismo y comunicación en el contexto neoliberal

Dr. Alex  A. Chamán Portugal

La influencia del capitalismo burocrático (1) en Bolivia, en la esfera del conocimiento, se manifiesta en la tendencia de separar la teoría de la práctica o viceversa. Ni qué hablar de la separación de la investigación científica con la actividad productiva.

Pero esto no sólo se expresa en la ciencia sino también en los diversos espacios de la actividad humana, sea lo económico, lo social y lo ideológico-político. Así, en el plano económico, destacamos la escisión entre lo que es el trabajo manual y el intelectual, en lo que hace el proceso de producción social que procura la producción de bienes y servicios; en lo social no solo experimentamos, en pleno tercer milenio, la escisión de la sociedad en clases sociales antagónicas sino que además apreciamos  la voraz y creciente explotación y opresión de las clases sociales dominantes sobre las clases dominadas; en lo ideológico-político no sólo la separación de las premisas ideológicas con la práctica sino, lo que es peor, la negación en la práctica política de los postulados ideológicos.

Actualmente, existe una degradación de la política e ideología burguesa como viva expresión de su bancarrota económica, social y política que, además, frena el pleno desarrollo de las fuerzas productivas generando condiciones, principalmente objetivas, para su propio hundimiento.

¿Y qué en la esfera de la ciencia?

En el qué hacer del conocimiento científico destacamos la separación de la teoría científica y la práctica social —lucha por la revolución, lucha por la experimentación científica y lucha de  clases—.

En el caso concreto del escenario de la educación superior, en todos sus niveles, percibimos cotidianamente el divorcio de la práctica respecto a la teoría y método de formación profesional. Lejos de viabilizar una adecuada e integral formación científica la educación superior se aleja de la misma porque resulta peligroso formar científicamente con herramientas cognoscitivas, que no sólo pueden comprender cabalmente una adversa realidad sino que se pueden comprometer a su transformación en aras de solucionar problemas y satisfacer necesidades, no así “entenderlas” y “aplacarlas”.

Si se trata de formación integral de la personalidad humana —postulado fundamental de la educación científica— se tendría que formar cualitativamente a los sujetos del qué hacer científico. Esto implica academia, investigación, valores, habilidades psicomotoras, pero esencialmente su guía directriz: ideología y política revolucionaria y transformadora.

Los críticos tiempos actuales y sus crecientes necesidades demandan transitar de lo disciplinario a lo científico, es decir, pasar a cualificar el conocimiento científico superando la mera contemplación e interpretación de lo que se investiga mediante la activa transformación del objeto de estudio, en suma, de la realidad que puede ser expresada en hechos, acontecimientos, fenómenos, etc.

El sujeto cognoscente debe cumplir su papel gravitante al momento de escudriñar al objeto cognoscible. La ciencia es por esencia rigurosa y transformadora, y como tal no admite cobardías intelectuales, menos prácticas. Su misión esencial lo sigue siendo contribuir al progreso y bienestar de la humanidad, lástima que hoy el modo de producción capitalista la haya secuestrado y reducido a una mera mercancía en función de sus mezquinos intereses. Lo propio sucede con la tecnología.

¿Cuál es la causa del quebrantamiento de la construcción científica?

La realidad objetiva dejó de constituirse en fuente de generación de saberes o conocimientos. Esto se debe a que la burguesía —clase explotadora y opresora — prosigue viabilizando diferentes corrientes filosóficas, cognoscitivas y metodológicas para someter al qué hacer científico a sus utopías. Así, este qué hacer no es tal en tanto toma como punto de partida irrealidades o realidades de manera subjetiva. Así, la mayor parte del arsenal de conocimientos globales responde a la lógica de  subordinarlos a los intereses y aspiraciones de los grupos de dominación mundial en aras de reproducir el statu quo  o el sistema de relaciones sociales que generan mayores injusticias y desigualdades.

Resulta una necesidad insoslayable para los grupos de poder económico y político y sus  lacayos de turno, subordinar el conocimiento científico a sus intereses  y fantasías de perpetuidad del sistema.

En el capitalismo burocrático la escisión entre la teoría y la práctica se acentúan al no existir las condiciones materiales que permitan que la práctica científica se constituya en una fuente cognoscitiva de teoría científica.

En consecuencia, la investigación inherente al proceso integral de la educación estará determinada si no a un fracaso completo a un éxito sumamente restringido. Esto explica por qué en el sistema universitario  nacional boliviano  la investigación es raquítica y de ahí la pregunta sobre por qué la Universidad no contribuye al progreso y al desarrollo de un país. En suma se da una insuficiente investigación científica lo que no sólo incide en el tipo de formación profesional sino también en el papel de la Universidad respecto a la generación de conocimientos y respecto a la contribución al progreso científico-tecnológico.

El conocimiento científico en el sistema capitalista-imperialista.

El sistema capitalista actual con su fase superior y última: el imperialismo intensifica el desenvolvimiento de su ofensiva económica, social, jurídica, ideológica y política.

Esto se expresa en sus diversas acciones prácticas y en lo que sigue haciendo de la ciencia y la tecnología, y también de su educación burguesa en todo el elemento curricular y sus niveles. Neologismos como “post” modernidad” “modernidad”, “globalización”, “transculturación”, “neoliberalismo”, etc., sólo pretenden ocultar el carácter imperialista de este sistema en decadencia. Además, a estas alturas, debe quedar absolutamente clara la idea de que hoy más que ayer tiene vigencia que vivimos en un sistema económico, social, jurídico y político que incrementa la mundialización del capital y sus relaciones de explotación y opresión.

¿Por qué planteamos lo anterior?

Porque los capitalistas, en tanto clase propietaria de los medios de producción y por ende en clase explotadora, han logrado viabilizar su ideología liberal expresada en el individualismo, egoísmo, insensibilidad e indiferencia social, etc., con lo que se ha extendido la politización burguesa también al sector universitario, que tiene como horizonte medular sus preocupaciones y aspiraciones esencialmente personalistas. Consecuentemente suele asumirse que la resolución de los problemas de su medio social es consecuencia previa  de la solución de sus problemas individuales.

Esta ingenuidad perceptiva sumada al constante bombardeo ideológico burgués y los “anti valores” prevalecientes en la sociedad definen el comportamiento de sus miembros, de ahí que ahora, más que ayer, el “hombre es más lobo que hombre”.

¿Qué implica la formación integral del futuro profesional en las ciencias sociales y más concretamente en la comunicación social?

El incesante desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad capitalista-imperialista (ciencia, tecnología y el hombre pensante y transformador) nos lleva a sostener la necesidad de congregar dialécticamente el trabajo manual e intelectual en el marco de la producción social.

Esto es lo que corresponde social y cognoscitivamente, pero no bajo la directriz burguesa en el entendido de sujetarnos a su lógica sino más bien en otra lógica progresista, avanzada colectivista. Debe comprenderse que la unidad entre el trabajo manual e intelectual, en el proceso productivo, resulta ser el aspecto central para alcanzar una genuina relación dialéctica entre la teoría científica y la práctica social en aras de hacerlo extensivo a otros aspectos social humano.

Implicancias en la formación integral del comunicador social.

Concretamente puntualizamos algunas necesarias implicancias:

  • La forma integral del comunicador social exige, entre otras cuestiones, ubicarse reflexivamente en el momento político actual y orientarse a una posición progresista que conlleve a una formación no sólo más consistente sino, fundamentalmente, se busquen condiciones básicas para una formación teórica y práctica.
  • Desencadenará un conjunto de acciones orientadas a que el proceso de enseñanza-aprendizaje logre una sólida práctica profesional. ¿Qué implica esto? Que se debe trabajar arduamente para que las carreras puedan garantizar las condiciones mínimas para desencadenar la investigación científica (contenidos curriculares acordes a las necesidades y expectativas de los futuros profesionales, infraestructura adecuada, habilitación de talleres bien implementados, bibliotecas actualizadas y virtuales, etc.). Todo lo anterior debe llevar a la praxis comunicacional.
  • Establecer y precisar las bases teóricas, metodológicas y prácticas que conlleva  su formación holística. ¿Para qué fin? El comunicador social como consecuencia de su sólida formación científica-técnica debe estar en la capacidad de detectar la esencia tras la apariencia. Se trata de que el comunicador en tanto cientista social, pueda disponer de herramientas teórico-prácticas y metodológicas para revelar los contenidos ideológicos y políticos de las clases explotadoras, las mismas que en general monopolizan los denominados medios de comunicación, no sólo en el ámbito local y nacional, sino también en la región y el mundo.

La comunicación social y la lucha de clases

La comunicación es un acto eminentemente social, de ahí que lo correcto es incidir en nominarla como comunicación social. Esto quiere decir que se encuentra estrechamente ligada al accionar social del hombre.

Considerando que la base de la sociedad lo constituye el proceso de producción, el cual se concibe como nacimiento de determinadas relaciones sociales, podemos sostener con certeza que los medios comunicacionales se relacionan con la producción y puede modificar sustancialmente la conducta humana ¿Cómo? Estimulando, organizando o desorganizando, activando o desactivando a  los sujetos sociales.

Históricamente  los instrumentos, incluyendo los comunicacionales, fueron creados  en concordancia a las condiciones históricas, productivas y sociales. Esto deja claro que el proceso comunicacional estuvo involucrado con las clases sociales y la lucha de clase, por consiguiente responde a que aquella que somete, domina a las otras.

Así, la comunicación social, en lo que hace a los instrumentos  o  aparatos ideológicos, históricamente ha sido y es utilizada  para consolidar la explotación económica y la opresión ideológica-política o para desencadenar procesos orientados a la emancipación revolucionaria de la sociedad.

El papel de los  medios e instrumentos comunicacionales en la sociedad capitalista – imperialista

En esta sociedad los “mecanismos ideológico se optimizan con el uso de los instrumentos: los medios (2). Por supuesto, fue una consecuencia  del desarrollo de las fuerzas a productivas a partir de la revolución industrial que produjo el invento de la máquina, así como el qué hacer científico previamente dicho. En la sociedad comunista actual los llamados medios de comunicación social presentan funciones similares a los otros instrumentos de producción que contribuyen a la dominación. Concretamente, son altamente utilizados como correa de transmisión de la ideología burguesa en función de la domesticación, alienación y politización liberal de quienes forman parte y decepcionan lo que les brindan estos instrumentos.

Entonces, es importante ubicar lo que subyace en todo aquello que hacen extensivos los medios para determinar su uso social, ideológico y político. Puede aseverarse que si bien la lógica actual es que los medios mayoritariamente responden a intereses de las clases explotadoras, ciertos medios, aunque minoritariamente, también le dan usos alternativos.

Los siglos XX Y XXI caracterizan, no sólo una impresionante industrialización de la producción social en general, sino que además han hecho lo propio con la comunicación social al convertirla en una rama destacable del qué hacer científico tecnológico. Así, la comunicación se  constituye en otra mercancía apetecible por sus “bondades”, ya que en los hechos sirve como instrumento para sostener y reproducir  el orden capitalista e imperialista. ¿Cómo? En lo económico, sirviendo a la sociedad consumista sustentada en el mercado, y en lo ideológico y político, justificando la explotación, la opresión y exclusión como expresiones del “sistema democrático mundial” capitalista.

La expresión de lo que estamos señalando se da en cómo están organizados los medios de comunicación y qué intereses representan (parte de sus contenidos  además de ser altamente alienantes, propugnan por inducir  a sus usuarios a  la lógica de la  sociedad de consumo).

¿Por qué en la sociedad capitalista e imperialista los medios de Comunicación Social son medios de  producción?

Porque forman parte de la relación: producción-consumo-producción. Además porque responden a la lógica de que los medios de producción son de propiedad privada y sus desenvolvimientos económicos también presentan relaciones sociales de explotación.

Si bien Carlos Marx y Federico Engels  partieron de la producción de los bienes materiales por pare de los hombres para su sobrevivencia y reproducción, también establecieron magistralmente que la existencia y desarrollo de la sociedad se da en base a lo anterior, vale decir, a parir de una estructura económica imperante, que determina en última instancia las concepciones jurídicas, ideológicas y políticas con sus correspondientes formas de conciencia social (moral, arte, educación, cultura, religión, filosofía, etc., que hacen a las clases sociales).

En consecuencia, en un mundo de producción la clase explotadora y opresora perfila el modo de  comunicación dominante acorde a  sus intereses diversos.

Caracterización de la comunicación social

Como se precisó, la comunicación forma parte de la vida económica, social ideológica y política de la sociedad, y se caracteriza por ser un problema que al mismo tiempo está impregnado por estos aspectos. ¿Qué implica esto? Que la transformación de la comunicación social pasa por la transformación revolucionaria en lo económico, político y fundamentalmente en lo ideológico y político.

¿Cuál la situación del comunicador social? ¿Estará al margen de ese contexto?

El comunicador social inevitablemente forma parte de referido contexto y en la práctica, admítalo o no, asume una función política en el marco y medio económico-social dominante en el que se desenvuelve.

La comunicación social en tanto proceso implica una práctica dialéctica cuyo horizonte pasa por relacionar a los hombres, grupos o clases mediante determinados contenidos que responden a las normas de funcionamiento que hacen al sistema.

La comunicación social también desempeña una función productiva e ideológica con el fin de “dotar de sentido, coherencia, identidad a la vida del hombre y sus acciones, proveyéndole de una guía en una práctica social” (3).

La comunicación Social como transmisión ideológica.

Los medios de comunicación social se constituyen en los mecanismos de transmisión ideológica y cultural en el escenario de relaciones sociales de explotación y opresión. Esto explica por qué la burguesía, en su mayoría, es propietaria de los medios de comunicación y cómo trabaja en los tres niveles  que condensan la lucha de clases:

1.- Lucha económica.- En la estructura económica, salvaguarda las leyes y normas que garantizan la explotación.

2.-Lucha ideológica.- Induce al comportamiento ideológico político de las masas en función de la lógica y existencia que desea el capitalista. La burguesía procura inculcar e imponer su concepción al mundo, patrones de comportamiento, cultura, hábitos, costumbres, etc., contrarias a la línea ideológica – política y la  misión histórica del proletariado como clase revolucionaria.

3.-Lucha política.- Emerge de la estructura política establecida y la necesidad de mantenerla a través del poder del Estado (4).

En consecuencia, la comunicación social es una corriente de transmisión ideológica y se encuentra presente en lo económico, político e ideológico.

Inevitablemente el comunicador social estará ligado a la problemática económica, social y política por lo que su comportamiento será, insoslayablemente, una posición revolucionaria o reaccionaria.

Notas:

  1. Según el doctor Abimael Guzmán Reynoso, en la Entrevista del Siglo, plantea: “Es un sistema correspondiente a países atrasados y desintegrados económicamente, donde existe una peculiar dinámica del capital funcional al capital transnacional, cuya presencia en estos países se hace palpable a través del fenómeno del imperialismo; pero a la vez la dinámica capitalista está muy ligada a formas de producción no capitalista, primordialmente al modo de producción feudal”. Podemos agregar que la trayectoria y dinámica del capital en lo que hace a países atrasados fue y es diferente, de ahí, que el desarrollo del capitalismo resulta desigual en nuestras naciones oprimidas. A este respecto el maoísmo, no sólo la tercera superior etapa del marxismo, sino también del marxismo de la época del imperialismo y de la ofensiva general del proletariado y pueblos del mundo, sostiene que la regularidad del desenvolvimiento del capital es la presencia de la semicolonialidad y de la semifeudalidad.
  2. NIEZEN MATOS, Gabriel. Bases para una interpretación marxista de la comunicación. Centro de Investigación para la Comunicación, Lima, 1985. Página 14.
  3. GUARINO-SHIAFROK. Comunicación Masiva, Ideológica y Trabajo Social. Edit. Humanitas. Buenos aires, 1974. Pág. 14.
  4. El Estado entendido como instrumento o aparato de dominación de la clase explotadora y opresora. Su columna vertebral lo constituye las fuerzas armadas y policiales, en tanto los otros llamados poderes son el ejecutivo, legislativo y judicial y los aparatos ideológicos del Estado.
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