«La Fiesta del Chivo» es una obra realista, más que una novela histórica o una historia novelada. En ella hay un profundo cuestionamiento en torno al poder, sobre los límites a los cuales puede llegar un hombre que acumula una fuerza incontrolable y a una sociedad que se lo permitió.
La obra de Mario Vargas Llosa se caracteriza por haber novelado distintas representaciones y dinámicas sociales en las que la libertad se ha visto amenazada. Se trata de uno de los autores latinoamericanos que más ha escrito sobre la opresión, la dictadura, el autoritarismo y toda manifestación política, social o religiosa que atente contra este valor primordial. A continuación, se propone una breve reseña de La fiesta del Chivo a partir de la estructura de la obra; una de las novelas más emblemáticas de su autor y de este tipo de narrativa que viene en denominarse la novela del dictador.
En La fiesta del Chivo, se narra la época del ocaso de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en la República Dominicana hasta el atentado que acabó con su vida.
El período de gobierno de Trujillo, conocido por el apelativo de El Chivo, se inició formalmente en 1930 y duró varias décadas. Esta dictadura fue una de las más sanguinarias en toda la historia de Latinoamérica y no es casualidad que el nobel peruano Mario Vargas Llosa la haya elegido como inspiración para una de sus más importantes novelas. Podría decirse que esta obra presenta tres perspectivas claramente reconocibles a partir del modo en el que se narran los hechos.
La novela empieza con la narración de Urania, hija de Agustín «Cerebrito» Cabral, uno de los exfuncionarios leales a Trujillo en la época de la dictadura. El tiempo desde el que se describen los hechos es posterior al periodo de Trujillo. Urania, ya adulta, vive en Estados Unidos y ha vuelto a República Dominicana para, de algún modo, reconciliarse con los resentimientos del pasado. Visita a su padre, que está ya anciano y enfermo, y recuerda cómo la dictadura lo envileció de tal modo que este no dudó en perjudicar directamente la vida de las personas a su alrededor, incluida Urania, su hija. A través de este relato, se puede conocer la bajeza de los hombres leales al régimen y del mismo Trujillo, quién es descrito desde la inocencia de Urania cuando era una adolescente.
Otra perspectiva desde la que se narra La fiesta del chivo es la del poder mismo. Desde este enfoque, se puede conocer los planes y directivas implacables de Trujillo, pero también la fragilidad de su salud y los temores propios de la última etapa de su régimen. A través de esta perspectiva, se evidencia la incertidumbre producida por la pérdida de apoyo de parte de Estados Unidos, la tensión con los grupos religiosos de la época y las intrigas de los personajes cercanos al gobierno. De este modo, se puede observar no solo lo obsceno del poder del dictador, sino también su resquebrajada condición humana, en la que el temor y la vergüenza se hacen visibles.
Antonio de la Maza, Salvador Estrella Sadhalá, conocido como El Turco, y Amadito García son algunos de los principales hombres que se proponen asesinar a Trujillo. A partir de este enfoque narrativo, se puede conocer un poco más acerca de la violencia feroz de la que fueron objeto estos hombres que juran vengarse. Lo sorprendente de esto, es que varios de ellos habían sido o eran aún cercanos al dictador. Es decir, se había desarrollado toda una estructura del miedo no solo para mantener alejados a los enemigos del régimen, sino también para fidelizar a aquellos cercanos al poder.
