Arnaldo Mejía Méndez
Por fin, alguien tuvo el tino, la valentía y el valor civil, de escribir como debe hacerse el verdadero libro de historia que le hacia falta a nuestros pueblos. Lo hizo, una de las personalidades más esclarecidas que actualmente tiene el país: Ruber Carvhalo Urey, un hombre que vive para el espíritu, para el pensamiento, para la cultura, pero también para defender de frente y sin ambages, la real democracia y la libertad.
Manual de Historia de Bolivia. Una visión desde la llanura, es una obra que revaloriza ese pasado histórico – social, sobre todo, de está extensa región de los llanos. Es una reinvidicación que se le hace a esa serie de hechos y acontecimientos importantes, que en su debido tiempo, formaron parte de nuestra vilipendiada vida nacional, pero que sin embargo, oficialmente nunca fueron tomados en cuenta, para aprender de ellos. Este libro, por toda la valiosa información que ofrece en cada una de sus páginas, es en su esencia un tributo a la verdad y un sincero acto de justicia a la Historia de Bolivia, porque de un modo sucinto, claro y didáctico, rememora, esclarece, orienta y enseña a comprender y conocer mejor nuestro pasado.
Ruber Carvalho, desde la visión de su libro, nos muestra una Bolivia históricamente traicionada, abusada, corrompida y estúpidamente gobernada por una tira de patrioteros imbéciles y pandilleros ladrones. Nos muestra un país con dos clases de historia, la una, la oficial, tan falsa y tan llena de imposturas, con sus glorias inventadas casi siempre en favor de canallas serviles y tartufos, que utilizan para defender sus oscuros intereses, los grupos sanguijuelas de los poderes del Estado y la otra, la verdadera, la historia que debiera ser como un catecismo para todos los bolivianos, por haber sido escrita con la sangre y el sudor de nuestros pueblos heroicos, que vivieron y viven en una lucha permanente por defender aquella patria histórica y de la esperanza que hasta ahora cuaja, la patria del trabajo, la del hogar, el amor y la pasión, la de los sueños convertidos en poemas para alimento del alma, la patria de la libertad y que es la misma que también venimos forjando nosotros, yace inadvertida, prácticamente ignorada, porque nunca fue sistemáticamente enseñada en las Escuelas del pueblo.
Esta ceguera admirablemente torpe, sirve de corolario inmediato, para demostrar que Bolivia, realmente nunca tuvo una proyección definida, que no obstante su largo tiempo vivido, continúa siendo un proyecto inconcluso, una obra sin bases, ni principios…, porque desde su creación funcionó mal, bajo una lógica perniciosa y marrullera, fomentando la mentira y la farsa de los caudillos. Cabalmente por venir funcionando en una forma tan irresponsable y totalmente vacía de todo compromiso patriótico, pero repleta de degradación moral y de permanentes despelotes, es que estamos hoy donde estamos, de cuenta de un gobierno populachero, seudo – ingenista y falsario, discriminador y racista, retrógrado y sin luces, que actúa de un modo folklórico y chavacano, dirigiendo el destino de este pobre país, que como siempre, continuará castigado por sus tormentosos entuertos….
Manual de Historia de Bolivia, es un libro realmente convincente, está lleno de verdades porque narra la historia verdadera. Busca que el lector reflexione con su lectura y se active positivamente pensando en Bolivia. Es un texto vigoroso, escrito con claridad y firmeza, que sirve para sensibilizar y motivar a los bolivianos, para que se cambie esa actitud pasiva y quemeimportista que “normalmente” se tiene frente al país.
Este manual por haber sido concebido con un criterio netamente cívico y un conocimiento pleno y riguroso en cada tema tratado, además porque rectifica errores históricos con los que siempre se ha vivido, se constituye enhorabuena para el país, en un excelente aporte a la pedagogía de la historia nacional. La juventud no sólo debe leerlo sino estudiarlo, para tener una mejor visión sobre la patria.
Ruber Carvalho es un escritor siempre activo, que administra muy bien sus conocimientos, unas veces lo hace con la poesía, la novela, el ensayo, el periodismo con su propio estilo: combativo, cuestionador y reflexivo y ahora, como para no dudar de su talento, lo ha sabido hacer con este interesante y aleccionador libro de historia, que nos devela muchas mentiras.
