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Los novelistas anónimos de Colombia

El periodista y escritor José Miguel Alzate analiza la novela “Y volar, volar, volar” de Oscar Seidel y habla sobre los escritores en el anonimato en Colombia.

Oscar Seidel

El periodista Diego Reyes de la Nocturna de RCN entrevisdó al periodista y escritor José Miguel Alzate, para analizar la novela “Y volar, volar, volar” de Oscar Seidel, y hablar sobre los escritores que están en el anonimato en Colombia.

Entrevista

-Diego Reyes: Y él es un escritor, es un periodista, es, ya me va a corregir, Aranzacita, o sea, nacido en Aranzazu, columnista también, de varios medios, también fue redactor judicial, es un hombre muy avezado en el tema periodístico. José Miguel Alzate es su nombre y es nuestro invitado. José Miguel gracias por atendernos, buenas noches.

-José Miguel Alzate: Gracias a usted, Diego, por esta invitación, hombre, muy agradecido siempre, por esta oportunidad de que lo que uno produce, lo que escribe, se conozcan en otras latitudes a través de esa magnífica labor que ustedes hacen promocionando también a los escritores, porque Nocturna RCN es un espacio muy abierto a muchas expresiones.

-Diego Reyes: Muchas gracias. José Miguel, yo lo leo con frecuencia a usted en El Tiempo, en el portal de El Tiempo, ¿no?

-José Miguel Alzate: Sí, 20 años ya, escribiendo allí en El Tiempo, por lo regular, cada 10, 12 días.

-Diego Reyes. Y usted tiene una particularidad y algo que me gusta, y por eso lo leo con frecuencia, es que usted nos muestra nuevos talentos en la literatura, entonces nos presenta una investigación, nos presenta una novela, nos presenta un trabajo que se está haciendo, un trabajo cultural, y ese ingrediente de esos nuevos talentos que nos muestra, pues nos llena de orgullo y satisfacción y también nos llena de curiosidad de conocer estos jóvenes que vienen trabajando en distintos campos, pero que les gusta y les atrae la literatura, y entonces usted siempre viene y nos muestra, en esa columna, en ese artículo, nos muestra un recomendado, ¿no?

-José Miguel Alzate: Es una oportunidad, yo creo, de uno visibilizar a los escritores que no tienen mucha prensa, que todavía no han logrado que los grandes medios o los grandes escritores se interesen en el trabajo literario, lo analicen, encuentren su estilo para narrar, el manejo de sus personajes, la argumentación y, desde luego, el contenido literario. Yo me ocupo mucho de escribir precisamente sobre estos escritores desconocidos para muchos, que no los publican las grandes editoriales, pero que tienen una obra consolidada, una obra buena, una obra que cuando uno la lee, con ese interés de descubrir valores en ella, pues encuentra que vale la pena hablar de ellos.

-Diego Reyes: Y, entre todas esas obras que usted va como un cazatalentos, buscando esas nuevas caras de la literatura colombiana, se encontró sobre un libro que habla, que es una novela, de un escritor tumaqueño, de ascendencia alemana, que ha ganado varios concursos, y que precisamente trata un tema que es interesante. Es esa llegada masiva de muchos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, u otras épocas también de la historia, que llegaron por estas latitudes, que llegaron a Sudamérica, llegaron a Colombia, y se establecieron aquí.

-José Miguel Alzate: Claro, precisamente esa novela se llama “Y volar, volar, volar”. Son ficciones que yo llamo de inmigrantes alemanes, y allí él cuenta la historia, desde luego que es ficticia, es una historia intentada. Yo cuando empecé a leer la novela, que es de Oscar Seidel, esa novela, yo pensé, esto tiene que ser realidad, porque las historias están tan bien narradas, geográficamente tan bien ubicadas, y lo que cuenta, pues todo el mundo sabe que la Segunda Guerra Mundial dejó pues mucho dolor, y creó o dio esa forma de que tanto alemán se viniera a vivir a América Latina, y esto es lo que hace esta novela. Ya sabe que aquí, pues de la tierra de Ludwig van Beethoven, ha venido tanta gente, y uno de ellos, Alexander von Humboldt, no, a quien William Ospina le dedicó su última novela, Pondré de mí oído en la piedra hasta que hable, y es una novela, como las anteriores, como otras, que hablan de lo que hicieron en Colombia esos alemanes, qué huelle dejaron, a qué se dedicaron.

-Diego Reyes: Bueno, aquí el desarrollo empresarial, después de 1945, llegan efectivamente muchos alemanes, en su mayoría llegan a Argentina, Paraguay, a Brasil, pero aquí llegan también un grupo importante de esos alemanes muy empresarios, hacen empresas y se establecen en ciudades como Manizales, como Bogotá, como Medellín, y crean grandes industrias, ¿no?

-José Miguel Alzate: Hay una gran historia que otro grande escritor colombiano, Pedro Gómez Valderrama, en 1977, escribió un libro sobre él, se llama Geo von Lengerke, era un ingeniero que llegó a  Colombia para 1852, y que nació en el reino de Hannover, el 31 de agosto de 1827, y Pedro Gómez Valderrama, en “La otra raya del Tigre”, que es una novela muy reconocida, porque es una gran novela, se acerca a la personalidad de él, este hombre se instaló en lo que entonces llamaba el Estado Soberano de Santander, de colonizador de tierras y constructor, ¿no? Es un hombre que dejó una huella, y lo que hizo en esta hermosa novela, lo que hizo Gómez Valderrama, fue mostrarlo a él también.

-Diego Reyes: Claro, ¿usted tiene la posibilidad cuando encuentra estas obras, en este caso con el señor Óscar Seidel, usted tiene la posibilidad de conversar con él, o simplemente usted se encuentra la obra y le hace una reseña?

-José Miguel Alzate: En mucha parte del país, los escritores que apenas están surgiendo, que no tienen todavía ese eco de los grandes autores colombianos, ¿no?, conocen la columna, averiguan la dirección, y a mí me llegan muchos libros, yo veo la carátula, o veo el comentario que tiene la contracarátula, y yo digo lo de García Márquez, ¿no?. García Márquez siempre decía que un libro lo impresiona ahora, aún no es con el párrafo de entrada, y si hay un buen manejo narrativo, que el lenguaje llegue, y uno ve que de pronto la historia lo arranca, lo atrapa, uno se dedica a leerla y encuentra sus valores. Si uno no encuentra en el primer párrafo, o en la primera página, esos valores literarios, uno dice, no va a perder el tiempo leyendo un libro de estos, pero cuando los encuentra desde la primera línea, uno quiere seguir leyéndolos, quiere descubrir eso, qué influencias tienen.

Yo recuerdo que García Márquez tenía una frase muy famosa que decía que: “escritor es aquel que después de que escribe una primera línea obliga al lector hasta llegar al final del libro”, y uno encuentra en Colombia cientos de escritores que le hacen llegar a uno los libros, y verdaderamente no sé cómo es que un autor de estos no tiene más eco, no hablan más de él, se preocupan más por visibilizarlo, ¿no?

-Diego Reyes: Tenemos ya una línea consolidada de grandes escritores en el país. Usted mencionó uno, William Ospina, pero ya son hombres que tienen una carrera muy larga y una gran experiencia. Hay jóvenes incursionando en la literatura, o sea, jóvenes, hablo un muchacho de 25 o 30 años, que tenga ya por lo menos una obra escrita y que tenga calidad para hacer de pronto un relevo generacional de este Olimpo de escritores que tenemos en Colombia.

-José Miguel Alzate: Sí, sí, uno encuentra escritores que uno se sorprende, vea, yo le cuento que hace por ahí dos meses en la Feria del Libro de Manizales, que lo organiza la Universidad de Caldas, yo tuve la oportunidad de encontrar, producida por Escarabajo Editores, la Editorial Escarabajo de Bogotá, un libro de cuentos que a mí me sorprendió, se llama “De noche alumbran los huesos”, y es de un muchacho Julián Bernal Ospina, y yo vi un muchacho muy joven, 31 años, apenas de edad, y en esa novela y en ese libro, que yo lo vi en un instante, veo que tiene un comentario muy consagratorio de Octavio Escobar Giraldo, que usted sabe que es uno de los novelistas caldenses más destacados del momento, que más de 7 ó 8 editoriales colombianas están publicando sus novelas, y yo allí me pongo a leer ese libro y descubro que hay un muchacho con un talento literario sorprendente, con un dominio de la técnica narrativa, y con un manejo sobre todo del monólogo interior, del narrador en primera persona, del narrador colectivo, bueno, uno encuentra gente que lo sorprende, y uno dice, bueno, este va a llegar lejos, y abren la posibilidad de que muestre su obra nacionalmente.

-Diego Reyes: Sí, y es que, infortunadamente, en el mundo literario, como todo cambia, la vida cambia, y hace 50 años era una forma distinta de ver la vida, y ahora la tenemos de otra manera, las grandes editoriales, infortunadamente, y lo tengo que decir, me duele, no miran tanto la capacidad de escritura, de contar una historia de una persona, sino ahora se rigen es por las tendencias, entonces, si hay una tendencia que está rondando por ahí sobre las uñas, entonces buscan a un manicurista reconocido para que publique un libro, y todo es con el punto de vista comercial, eso hace, infortunadamente, que se cierren las puertas de muchos verdaderos talentos, que tienen grandes obras y grandes investigaciones.

-José Miguel: Ah bueno, a usted le contaba que en el campo literario sucede lo que usted acaba de decir, editoriales que de pronto le dicen a un escritor, escriba sobre esto, a ver cómo le sale, algunos salen bien, otros pues de pronto fracasan, entonces no buscan mucho, digamos, la trayectoria, esa vida dedicada a la palabra, esa constancia en la creación literaria que tienen muchos autores, y apuestan mucho por autores muy comerciales, por novelas que no tienen mucha trascendencia, a veces la creación literaria se pierde, como por pauta del mercado, podríamos decir, a veces hay novelas que fallan en el estilo de editoriales, que también fallan en ese sentido, pero las editoriales cuando descubren un buen escritor, cuando ven un talento, un manejo de personajes, una creatividad, la ficción, cómo llega, yo creo que las editoriales se interesan en esos escritores y los van promoviendo también, pero es muy difícil llegar allá, lo difícil es llegar.

-Diego Reyes: Los escritores, el verdadero escritor, se evidencia o se hace mostrar, ¿en qué? ¿en una novela? ¿o de pronto en un ensayo?

-José Miguel Alzate: Hay escritores que se dedican únicamente al cuento. Caldas tuvo un inmenso escritor que fue Adel López Gómez; hay otros que se dedican exclusivamente a la novela; Tomás Carrasquilla jugó con las dos cosas, la novela y el cuento. El ensayo no clasifica mucho en la ficción, el ensayo es la interpretación ya de un hecho o de un libro, donde el escritor hace un análisis formalizado, profundo, de la estructura de un libro y cómo maneja el lenguaje, entonces yo creo que el escritor que más reconocimiento adquiere, que logra, que sea más leído, es el que produce ficciones, y eso lo logra más que todo la novela y el cuento.

Los poetas se quejan mucho porque la poesía no vende, editan un libro y el libro, muy pocas veces, a no ser pues una persona muy consagrada, hablando de Germán Pardo García, Neruda, todo ese tipo de escritores, Eduardo Carranza, que escribían, publicaban el cuento y las editoriales estaban detrás de ellos para publicarlo y promocionarlo, hoy no se ve eso, los poetas se están quedando muy en el anonimato porque publican su libro, un pequeño libro, o participan en un concurso de poesía y sacan 500, 600 ejemplares, pero no tienen la bulla, la aceptación, o la compra que tiene el público por lo que es la novela, por lo que es la narrativa.

-Diego Reyes: Con la experiencia que usted tiene, José Miguel, y como siempre va como con un termómetro mirando este tema literario, la novela, los colombianos, ¿nos gusta leer novelas?

-José Miguel Alzate: Mucho, bastante, es que la novela es lo que más venden en Colombia, mire, eso que siempre se dice, Colombia es un país de pocos lectores, y dice que en Colombia pues las estadísticas dan que en promedio cada colombiano lee 2.9 libros al año, de todas formas el ensayo y la poesía no venden tanto, pero yo digo que la novela sí tiene muchos lectores, la novela atrapa, porque a la gente le gusta que le cuenten historias, y si son historias bien hilvanadas, bien narradas, con una creación de personajes que tenga una consistencia estética, eso gusta mucho, y yo le digo desde el punto de vista cuando uno va a clases, en los colegios, cuando va a una universidad, a exponer sobre un autor, uno se pone a hablar de novela y uno nota el interés que tiene el estudiante que lo escucha, en saber más de esa novela, o cómo se crea un personaje, o si es uno de esos personajes que toman trascendencia dentro de una novela, el caso de García Márquez con “100 años de soledad”, y esa creación de Aureliano Buendía, de José Arcadio, de Úrsula Iguarán, pues mucha gente se dedicó a escribir esas novelas y creando personajes que van dejando una huella.

Yo creo que la novela “Y volar, volar, volar” de Óscar Seidel, es una novela de un libro corto, pero es un libro muy bien manejado, porque hay dos personajes que para mí tienen trascendencia, uno es el llamado Ulrich See, y el otro Werner Vogel, y ellos son fruto de la imaginación de Seidel, pero uno está tan bien concebido, el personaje está tan bien creado, y el desarrollo del cuento es tan creíble, que uno dice, esto tiene que haber sido verdad, y uno le cuenta a un estudiante esa historia, y uno nota que se preocupan, que quieren leer el libro, que quieren profundizar en ese autor.

– Diego Reyes: ¿Qué debe tener un personaje literario para que tenga punch, para que sea creíble y exitoso?

-José Miguel Alzate: Mire, la novela de Julio Cortázar, por ejemplo, que creó “Rayuela”, y a través de esa novela, sobre todo por la innovación en técnicas narrativas, y el manejo mismo del lenguaje muy desenvuelto, alcanza la fuerza narrativa, es cuando un personaje tiene trascendencia, y hay en Colombia una cantidad de novelas.

Gustavo Álvarez Gardeazabal, por ejemplo, tiene “Cóndores no entierran todos los días”, donde cuenta la vida de León María Lozano, y la época de la violencia que se vivió en Tuluá en esa época aciaga de la historia colombiana, que fue el enfrentamiento liberal-conservador, y son personajes tan bien retratados, personajes que uno dice, aquí hay ficción, o aquí hay realidad, pero que se concatenan las dos cosas, la ficción y la realidad, para crear un personaje que tiene esa trascendencia, y hay personajes que gustan.

Vea, Fernando Soto Aparicio escribió una novela sobre Pedro Pascasio Martínez, ¿se recuerda quién es Pedro Pascasio Martínez? Era ese muchacho que, durante la batalla de Boyacá, esa del 7 de agosto de 1819, cuando las tropas patriotas vencieron a las tropas realistas donde venían Barreiro y venía Juan Sámano.

Pedro Pascasio era un muchacho de 11 años, y ese muchacho de 11 años descubrió cuando Barreiro y Sámano se volaron y se escondieron detrás de una piedra, y llega, él los apresa, le dice, bueno, aquí se han detenido y se los voy a entregar a mi general Bolívar, y ellos le dicen, no lo haga por favor, usted está muy joven, disfrútenla vida, y le ofrecen varios lingotes de oro, y él no se deja comprar y los entrega precisamente a Bolívar.

Entonces son personajes que también dan una visión de cómo debe ser el hombre, y estas novelas de este tipo le enseñan comportamiento humano, la condición humana al lector, y el lector se identifica precisamente con las actitudes que ellos tienen.

– Diego Reyes: Pues qué interesante. La novela que usted recomienda, de la que estamos hablando esta noche, se llama “Y volar, volar, volar”, y el autor es Oscar Seidel. Es una novela de un escritor tumaqueño, que tiene una ascendencia alemana, de ahí el apellido Seidel, y ha sido ganadora en varios concursos, y bueno, y llegó a sus manos, y usted la reseña muy bien en uno de sus últimos artículos de prensa.

-José Miguel Alzate: Porque los personajes tienen eso, tienen una cosa que cautivan al lector, ahí hay un personaje femenino que es extraordinario: María Andreotti. Ese personaje trasciende mucho en la novela, y es la hija de un comerciante italiano que llegó a Bahía Iluminada, que es el espacio geográfico de la novela, que uno lo ubica precisamente en Tumaco, y llegó atraído por la cercanía del mar, es una mujer bella, sensual, de charlas exquisitas, que gusta la lectura, y él la refleja como una apasionada por leer, y se enamora de la obra de Gustave Flaubert, tanto que Madame Bovary se convierte en su líder de cabecera, y lo lee tanto, pero tanto, que ella termina sufriendo “el síndrome de Madame Bovary”, que es aquel que llama un mal que produce en la mujer insatisfacción en el campo afectivo, y ella sufre celos patológicos, y Werner Vogel, que es el marido, que termina perdiéndole el amor, y le hacen infiel con otra mujer que conoce un día cualquiera, que trabaja, que llegó a trabajar a su casa: Amanda Angulo.

Todos esos personajes están bien manejados, con toda la historia, con tanta maestría, pero con ese lenguaje que impacta al lector, es lo que uno dice, estas obras hay que reseñarlas, hay que hablar de ellas, que no se queden como muchas obras que publican en la provincia, y que nunca nadie hace un comentario, yo por eso, desde que empecé a escribir, yo recuerdo que Fernando Soto Aparicio me dio a mí un gran consejo, él lo hacía mucho en el Magazín Dominical del Espectador, decía: “José Miguel, escriba sobre esos actores de provincia que no tienen eco a nivel nacional, para mostrarnos y ver que detrás de los grandes escritores que en Colombia comercializan muy bien sus libros, que hay un aparato publicitario detrás de ellos, vienen una cantidad de escritores que trabajan con mucha seriedad el lenguaje literario.

-Diego Reyes: Perfecto, ya tenemos las 12 de la noche en Colombia, las cero horas en nuestro país, pues José Miguel, hay gustos minutos para hablar de literatura, hablar de libros, y le agradezco mucho que usted tenga esa pasión de reseñar y sacar a flote varios artistas, varios escritores, varios intelectuales que están en la provincia, y que tienen un trabajo de demostrar.

-José Miguel Alzate: Digno de mostrar, como estoy muy agradecido por esa oportunidad que da, de que a través de ese programa que tiene tanta sintonía dentro y fuera del país, que uno lo percibe cuando habla con ustedes, que se pueda hablar de estos escritores, para sacarlos del anonimato.

-Diego Reyes: José Miguel, un abrazo.

-José Miguel Alzate: Muchas gracias, Diego, por la invitación.

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