El titular de la ONU y el presidente de Brasil reúnen a 17 líderes de las principales economías y de países vulnerables al cambio climático para impulsar planes nacionales más sólidos y ambiciosos.
En una cumbre virtual de alto nivel celebrada este miércoles, el Secretario General de la ONU, António Guterres, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reunieron a 17 líderes de las principales economías y de países vulnerables al cambio climático.
El objetivo es acelerar la ambición climática mundial de cara a la COP30, que se celebrará en Brasil en noviembre de este año.
La reunión forma parte de una estrategia de movilización conjunta de ambos líderes para reforzar la acción mundial en el marco del Acuerdo de París y dar impulso a planes climáticos nacionales más sólidos que se anunciarán en 2025.
En la sesión de dos horas celebrada a puerta cerrada, participaron China, la Unión Europea, la Unión Africana, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y pequeños Estados insulares en desarrollo.
Guterres la describió como una de las reuniones más diversas de líderes nacionales, incluidos algunos jefes de Estado y de Gobierno, centradas exclusivamente en el clima desde hace algún tiempo, y sostuvo que transmitió un poderoso mensaje unificador.
A ella asistieron, entre otros, el presidente de Chile, Gabriel Boric, el presidente de España, Pedro Sánchez, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa.
«Como hemos oído hoy, el mundo avanza a toda velocidad. Ningún grupo o gobierno puede detener la revolución de la energía limpia«, declaró en una rueda de prensa posterior al encuentro.
Nuevos compromisos nacionales
Dijo que muchos líderes se comprometieron a presentar nuevos y ambiciosos planes climáticos, formalmente conocidos como Contribuciones determinadas a nivel nacional, lo antes posible, en lo que calificó de “fuerte mensaje de esperanza”.
Guterres anunció que el presidente Xi Jinping confirmó durante la reunión que las Contribuciones actualizadas de China abarcarían todos los sectores económicos y todos los gases de efecto invernadero, una aclaración que describió como “extremadamente importante” para la acción climática.
Añadió que estos compromisos brindan una oportunidad vital para trazar un camino audaz para la próxima década y, lo que es más importante, ayudan a acelerar una transición justa de los combustibles fósiles a las energías renovables.
‘Oportunidad económica del siglo’
La producción de energías renovables es “la oportunidad económica del siglo”, afirmó, calificándola como “el camino para salir del infierno climático”.
“El sector de las energías limpias está en auge: crea empleo e impulsa la competitividad y el crecimiento en todo el mundo… La ciencia está de nuestro lado y la economía ha cambiado”.
Señaló que los precios de las energías renovables han caído drásticamente, ofreciendo “la ruta más segura hacia la soberanía y la seguridad energética, poniendo fin a la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles volátiles y caros”.
Desde el Acuerdo de París de 2015, las proyecciones globales de calentamiento han disminuido, de más de 4°C este siglo a 2,6°C si se implementan los planes actuales.
Pero eso aún está lejos de limitar el aumento de la temperatura a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales, el objetivo acordado en París por las naciones y respaldado por los científicos del clima.
El Secretario General instó a los dirigentes a presentar planes nacionales que se ajusten a ese objetivo, abarquen todos los gases de efecto invernadero y todos los sectores, y señalen un compromiso pleno para alcanzar las emisiones netas cero en 2050.

© UNFCCC/Kiara Worth
Un hombre protesta contra los combustibles fósiles en una reunión internacional sobre el clima en Dubái en 2023.
Movilización estratégica
Según un alto funcionario de la ONU que habló en segundo plano antes de la reunión, la cumbre del miércoles es “un paso más” en el importante esfuerzo por mantener el impulso político durante un año crucial para la lucha contra el cambio climático.
El grupo de invitados, dijo el funcionario, fue “pequeño pero representativo”, incluidas las principales economías, potencias regionales, antiguos anfitriones de la COP y naciones vulnerables al clima.
“Este es un año realmente importante”, dijo el funcionario, señalando el décimo aniversario del Acuerdo de París y la próxima fecha límite para que los países presenten nuevos planes climáticos.
“Esta reunión trata de recordar a los líderes que el clima sigue siendo una prioridad clave: que la colaboración y el multilateralismo siguen importando”.
Un alto funcionario brasileño que participó dijo que la cumbre climática de la ONU en Belém irá más allá de las negociaciones para centrarse en la implementación, la transparencia y la entrega. “Ya hemos negociado bastante… ahora el mundo quiere ver acción: resultados, ejemplos, soluciones”.
El funcionario también subrayó que demostrar resultados tangibles es esencial para restaurar la confianza en el multilateralismo.
“Queremos demostrar que el multilateralismo no consiste sólo en negociar documentos”, dijo, “sino en hacerlos realidad”.
Llamamiento a la justicia y a la financiación
Guterres subrayó la necesidad de dirigir mucho más apoyo a los países en desarrollo, que se enfrentan a los impactos más graves del cambio climático a pesar de ser los que menos contribuyen a las emisiones globales.
“África y otras partes del mundo en desarrollo están experimentando un calentamiento más rápido, y las islas del Pacífico están viendo un aumento más rápido del nivel del mar, incluso mientras la propia media mundial se acelera”, explicó.
Pidió a los países que presenten una hoja de ruta creíble para movilizar 1,3 billones de dólares al año para las naciones en desarrollo de aquí a 2035, duplicar la financiación de la adaptación a 40.000 millones de dólares este año y aumentar las contribuciones al nuevo Fondo para pérdidas y daños creado en la COP28.
No retroceder en la acción por el clima
El Secretario General también anunció un evento de alto nivel de la ONU en septiembre, apenas unas semanas antes de la COP30, para evaluar los avances en los planes y la financiación para el clima.
Según Guterres, el mensaje es claro. “No podemos, no debemos y no retrocederemos en la acción climática”.