Desde el año 2005, en Bolivia no hay debates electorales entre los principales candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia. ¡Eureka! La semana pasada hubo uno. Según el consultor político Martín Granados (2010) para ganar un debate se deben cumplir algunas reglas mínimas. Usaré esos consejos para analizar el debate del 16 de septiembre entre los vicepresidenciales de CC, BDN y MAS
1. Prepararse, ensayar y entrenar. La que demostró haberse preparado y seguido su libreto fue Shirley Franco. Álvaro García parecía mucho más improvisado que Gustavo Pedraza.
2. Conocer los preparativos y reglas del debate. Los tres, en general, se movieron bajo las reglas acordadas. El set de Red Uno impecable y muy buena producción.
3. No desviarse de tus argumentos. Shirley se mantuvo firme a su guion y actitud. Álvaro, como ya está acostumbrado a hablar con públicos cautivos, quiso dar cátedra y se dispersó. Gustavo estuvo centrado en una buena parte del debate, pero Shirley logró dispersarlo.
4. Mostrarse desenvuelto y tener una actitud positiva. Aquí hubo un empate catastrófico. Los tres estaban acartonados a su guion o a su seguridad. No estuvieron desenvueltos y ninguno mostró una actitud positiva. Las sonrisas alegres en los candidatos fue lo que menos hubo en este debate. Primó la sonrisa irónica, despreciativa. Los tres estaban adustos, sin dejar que salga la naturalidad.
5. No mentir ni enfadarse ni burlarse del adversario. En esto de no mentir García, dado el peso de 13 años en el gobierno, perdió porque el nivel de confianza en lo que dice ser y hacer es muy bajo. Franco fue la subcampeona en esto de no usar datos ciertos. Dijo y usó datos que no aguantan un escrutinio riguroso, como se demostró al día siguiente en una entrevista personal en PAT que la desnudó en sus incongruencias. Pedraza evitó decir mentiras, pero no supo exponer sus verdades. Se perdió en el mar de información que tiene y llevó.
6. Encajar bien las críticas. Shirley perdió los estribos, no supo administrar con arte y humor las críticas de sus adversarios y mucho menos las de Gustavo. Álvaro se mostró tranquilo, al extremo que parecía no saber qué decir, aunque utilizó muy bien (con ese ir y venir de su cabeza) cuando sus dos contrincantes se avasallaron en críticas mutuas. Gustavo manejó mejor las críticas, pero fue jalado al territorio que Shirley quería: debatir con él y demostrarle que la cosa no había sido nomás entre dos, como la había dicho varias veces Carlos Mesa, sino entre tres.
7. Introducir nuestro mensaje en cada intervención. Shirley cumplió su guion. Machacó en su mensaje destructivo a CC siguiendo la estrategia que supone que bajando a Mesa, ellos cosecharán la caída. Gustavo fue muy preciso en las críticas al MAS, pero no supo posicionar su mensaje de alternativa. Álvaro estuvo desconocido: incongruente, disperso y hasta inseguro.
8. Ofrecer propuestas con contenido. Lo que menos hubo en este debate fue propuestas. Los candidatos se movieron en escenarios conocidos y no salió alguna propuesta que haya sido motivo de repercusión. Los tres se centraron en la crítica.
9. Utilizar un lenguaje claro, sencillo y directo. Shirley le habló a la gente. Álvaro y Gustavo académicos.
10. Hablar de personas en lugar de políticas. Gustavo en esto usó mejor su contacto con la gente para a partir de ello desarrollar su intervención. Shirley no supo utilizar este recurso que la hizo conocida en sus intervenciones en el parlamento. Álvaro habla desde su burbuja que lo tiene alejado de la cotidianidad ciudadana.
11. No cometer fallos. El fallo de Shirley sobre los 10 millones en vez de los 10.000 millones le quitó fuerza a su crítica sobre los errores matemáticos tan conocidos de Álvaro. Gustavo fue el que se mostró más técnico sin cometer errores. Álvaro se llevó la flor que encerraba una mentira y un error al decir que en el bolsillo de cada boliviano hay 4.000 dólares. Los memes burlescos de los días siguientes son la evidencia.
12. Cuidar nuestra imagen personal y la comunicación no verbal. Shirley impecable en su imagen. Parecía una actriz de Hollywood, Angelina Jolie en Santa Cruz. Álvaro, neutro, aunque con su cabello desaliñado. Gustavo pudo presentarse quizá como un harvariano y no como si estuviera yendo a una parrillada. En la imagen gestual, Shirley muy agresiva, como si estuviera en un mercado. Linera irónico y despectivo con sus rivales. Gustavo muy apretado y sin expresiones que ayuden a su mensaje. Los cuadros que llevó no fueron televisivos y no causan impacto.
13. Hablar con seguridad y mostrarse convincente. Shirley ganó aquí, no porque diga cosas interesantes o novedosas, sino que las dijo con énfasis, aplomo y convencimiento. Y es que en política lo que cuenta mucho es el aplomo y la imagen de seguridad que transmites. Aquí Gustavo perdió una gran oportunidad de posicionarse como el lado distinto de equilibrio de Carlos Mesa.
Iván Arias Durán es ciudadano boliviano.