Blog Post

News > Opinión > La gran ausente

La gran ausente

Política, social y económicamente han pasado y seguirán pasando tantas cosas, que se requiere de un ejército de intelectuales comprometidos a desenmarañar, entender e interpretar, desde diferentes perspectivas, estos acontecimientos y que mejor, propongan alternativas que orienten en el futuro a la ciudadanía.

Los movimientos sociales han sido los dueños del periodo político que llega a su fin, reemplazaron en la formación política al partido  y a la fuente de la que surgían los liderazgos rebeldes, la universidad, dando lugar a dirigentes mediocres y prebendales en sustitución de oradores de una verba envidiable, combatientes sociales excepcionales de barricada como de café, brillantes ideólogos o repetidores de manuales pero contestatarios.

Su vinculación con la realidad social era el sustento de su existencia, ponían en riesgo su seguridad personal, sus familias, su magra economía, incluidos sus romances que giraban en torno a sus aspiraciones revolucionarias.

Esos melenudos y barbudos, vestidos casi como andrajosos al igual que esas hermosas jóvenes, soñaban con un mundo mejor y luchaban por lo que creían, cuestionaban el statu quo con hechos más que con palabras.

No faltaron las trifulcas entre adherentes y sus bases, su militancia jamás la ocultaron o disimularon, no se arredraban y se ponían en primera fila.  

En su momento la Universidad fue academia, luego trinchera heroíca para finalmente perderse en la nebulosa de la intrascendencia, en el presente solo existe en la crónica roja o amarilla, salvando honrosos momentos como la reacción de la Universidad Siglo XX con los sucesos de Llallagua y una que otra tibia reacción, el resto silencio total.

La universidad pública ya no es referencia de nada, el gobierno contó y cuenta con dirigentes estudiantiles funcionales cuya labor es neutralizarla o en su defecto manejarla detrás de bambalinas con la complicidad de autoridades anodinas cuya única preocupación es apropiarse del botín y convertirse en agencia de empleo de logias y roscas insensibles e inescrupulosas, la alma mater ha dejado de ser una referencia intelectual, de rebeldía, de cambio y paridora de nuevos líderes, se ha convertido en una fábrica de profesionales mediocres y engrosadores de las filas de desocupados y migrantes.

La competencia comercial con la universidad privada le obliga a construir grandes edificios con los que quieren sustituir la grandeza del pensamiento académico, el salario de los docentes y administrativos parece ser su única preocupación, empero aquellos interesados por los acontecimientos que impactan en la sociedad, han sido arrinconados e invisibilizados, pensar es peligroso.

Cuanto extraño a T-SUR, URUS,  FUERZA,  FAO, FUA y a otros frentes estudiantiles que representaban a los partidos políticos, con sus virtudes y defectos, no eran perfectos también hacían macanas, pero luchaban, eran el alma de las universidades. 

Las dirigencias actuales son grupos reducidos de interés, están en el plano estrictamente comercial, una de las actividades más lucrativas e importantes que  impulsan con ahinco son las entradas universitarias y festividades de diverso orden, es la manera de lograr el apoyo de unas bases gelatinosas y embobadas, así el país este de duelo, han decidido expulsar de sus mentes  el servicio a la colectividad, viven en su burbuja como operadores de los candidatos rectorales y ramas anexas.

Pedir que los jóvenes en el presente se comporten como los de antes, es una tontería, eso no es posible, aún así  la universidad requiere de una profunda reforma desde adentro, continuar de esta manera pone su propia existencia en riesgo.

Jóvenes les ha llegado su hora de construir futuro. 

error

Te gusta lo que ves?, suscribete a nuestras redes para mantenerte siempre informado

YouTube
Instagram
WhatsApp
Verificado por MonsterInsights