Serpentina
Al Sr. Serpiente
El amor es ese augurio maldito
de que cerrarás la boca
ante todo lo que habías dicho.
Después, un paraguas verde
perdido en un cine,
señalará tu camino.
La estructura del aire aparece
y una mosca de ti
es todo lo que habita el musgo.
Recuerda:
En boca cerrada no queda nada qué decir.
Equis
Este poema se deshace,
se desgaja en los pliegues del silencio
lentamente
intentando asirse al verbo,
a la sintaxis de tu ausencia
a un adjetivo que no existe.
Este poema se rompe:
Acaba de parir otro poema.
Se vacía de la forma
y al fondo está el pronombre.
Mi corazón se muere de la risa
cuando me ve llorar.
Éste no es un poema.
Esto no es un poema.
Es un trozo incompleto del abismo,
un simulacro de fuga,
pura gimnasia cerebral,
todos los puntos suspensivos…
Insomnios
Circe no duerme.
Se le caen los párpados a pedazos
pero no duerme.
Entre sus piernas
guarda el Vellocino
de ámbar carmesí.
No duerme.
Los argonautas se esclavizan
inertes
en sus pestañas.
Circe no duerme.
Toca la piel
y la convierte en animal:
perro, león,
cerdo, serpiente, araña…
Se unge de brebajes.
Abre las piernas.
Circe Medusa.
Se quita la lengua.
Abre la médula.
La piel de Ulises es dura,
no cede fácilmente.
Circe abre la boca,
cierra los ojos,
aprieta la vulva.
No duerme
todavía.
Ulises la atraviesa.
Mata la sed.
Circe distiende sus facciones.
Duerme ya.
No está el Vellocino.
Ulises está lejos.
Sólo está la muerte
circundando su lecho.
Circe duerme ya.
Jéssica despierta.
La Bella y la Bestia
De este cuento no hay mucho que contar.
No más que es puro cuento
y que yo soy bella
y tú un bestia.
Fin.
La Sirenita
(de la serie: Princesas Disney)
La pecera tiene rajaduras.
Gotea.
Soy la niña gotera.
Ni pies ni cola de pez.
Tampoco ciempiés.
Yo soy sin mar y sin botas.
Los anzuelos flotan alrededor
junto a las luces de neón,
y los cigarrillos húmedos.
Lo he mordido. He picado.
Tengo los labios agujereados
por todos tus besos de plástico.
No puedo alcanzar la superficie
y todos los barcos han partido atormentados.
Tú no eres ni mitad príncipe,
ni tierra firme, ni isla desierta.
Yo soy mitad pez, ni mitad hembra.
Yo soy sólo espuma
en la boca de una epiléptica
convulsionándose.
Poeta boliviano
I
poeta boliviano
descendiente español
titulado escocés,
alemán, inglés…
aymarita escondido
guaraní ocasional
uiiiiiiii uiiiiiiii uiiiiiii
jaguares en la lejanía
y por la noche sale
el escritor de humo
poeta chuta
hombre perdido
poeta cholero de la buenos aires
escritor león: bajate de la torre
gran melena
gran boca
poeta baterista
performancista
bardo de santa cruz
con h intermedia
y sombrero de sao
poeta de pluma
rimador con taparrabos
lírico de envergadura
envergadura
en verga dura
escritor neoindigenista
bolivianense
bolivianeño
empalidecido por la palidez
traspasado por la noche
escritorcillo sin motivos
sin mar sin goles sin paz
sin vallejo sin huidobro
con saenz, escritor, con saenz
poeta premio nacional
Bis
mujer poeta
poetiza poetisa de diario
vate de diario
vate que bate
mención honrosa
pobre poeta boliviano
sin lengua propia
sin crítico que le ladre.
II.
Poetiza poetisa
Musa por la noche
¿Musaraña en la mañana?
Poetisa
Mujer poeta
Veintinueve
Casi treinta
Joven
Novel
Novísima escritora
Usa el dedo vaginal
Para cambiar la página
De la metáfora velluda
Y así quitarle la silla
Al encabalgamiento
masculino
Jessica Freudenthal es una poeta boliviana que nació 1978 en Madrid. En 1998 publicó el poemario Azul, seguido de Hardware, que obtuvo una mención honorífica en el “Concurso Nacional de Poesía Yolanda Bedregal” 2003. Parte de su obra puede encontrarse en antologías como La nueva poesía hispanoamericana, Momentos y The Best Poets and Poetry of 2003. Asimismo dirigió talleres de poesía y escritura creativa en México. Actualmente reside en La Paz y dirige la revista de literatura y arte El Mostro.