Edwin Conde Villarreal – Entrevista
El escritor y poeta boliviano Homero Carvalho Oliva asistió continuamente a la Feria Internacional del Libro de La Paz (FIL) hasta el 2019 y desde entonces dejó de hacerlo por un tema de salud, sin embargo en esta vigésimo octava versión Conservación Internacional Bolivia tuvo el honor de imprimir en postales tres poemas de su libro Los Reinos Dorados (2010) con dibujos de Ernesto Azcuy, extraordinario artista plástico, que al igual que Carvalho ama la Amazonía.
El autor obtuvo premios de cuento, poesía, microcuento y novela a nivel nacional e internacional. Su obra literaria ha sido publicada en otros países por prestigiosas editoriales y traducida a varios idiomas; poemas, cuentos y microficciones suyas están incluidos en más de cincuenta antologías internacionales. Su obra es estudiada en universidades de Iberoamérica. En octubre participará en el Encuentro Iberoamericano de poetas en Salamanca, España y luego en Madrid se presentará la edición española de su novela El nombre elegido, Premio Jesús Lara de novela 2023.
En una corta conversación con Inmediaciones el consagrado escritor nos comenta sobre el irrenunciable compromiso que tiene la humanidad de preservar la naturaleza para conservar el planeta.
- ¿Cuántos poemas suyos se incluyeron en las postales de Conservación Internacional Bolivia?
HC: Se incluyeron tres poemas míos que pertenecen al libro Los Reinos Dorados, publicado el año 2010, un poema de largo aliento dedicado a aquellos reinos que existieron en el territorio de Moxos, esas culturas desaparecidas cuya memoria se extiende intangible en el verde océano vegetal de lo que ahora es el Beni. Este poemario ha sido publicado también en España y en Brasil, en edición bilingüe español-portugués. Es un poema extenso que ha sido estudiado en varias universidades Brasil, un estudio realizado por dos doctoras en literatura; Christina Ramalho y Gisela Reis de Gois, de la Universidad de Sergipe, Brasil, lo compara con el libro Poema de Chile, de Gabriela Mistral, Premio Nobel de Literatura, creo que es de los pocos libros de poetas bolivianos que ha sido comparado con un Nobel.
- ¿Cuándo los escribió y si fueron inspirados por la naturaleza?
´ HC: Lo escribí entre los años 2007 y 2008 y, sin duda alguna, fue inspirado por la naturaleza amazónica del Beni, los grandes ríos en medio de la pampa, “orillando la selva, entre los bajíos y los terraplenes milenarios”, la selva y el agua son una constante en muchos de mis poemarios, como El cazador de Sueños y ¿De qué día es esta noche?, (publicado en Ecuador), tanto que algunos críticos de literatura me han bautizado como el “poeta de las aguas”
- ¿Cuán importante cree que es el rol de los escritores para conservar la naturaleza? ¿Tomando en cuenta que el cambio climático hace variar los climas?
HC: La poesía es para mí la mayor experiencia espiritual compartida y escribirle a la naturaleza tiene el poder de inspirar, educar, reflexionar y unir a la humanidad con su entorno natural, es una forma vital de celebrar y preservar nuestro mundo, de crear conciencia, de la preservación de la memoria de nuestros pueblos indígenas y de conectarnos y sensibilizarnos con nuestra esencia humana que estamos olvidando por la virtualidad y la tecnología.
A través del lenguaje simbólico y metafórico podemos visibilizar las consecuencias de la devastación. ¿Se imaginan un cielo sin aves? ¿Mirar un desierto dónde antes había un bosque?
- ¿Cómo fue su primer contacto inspirador con la naturaleza?
HC: Nací en Santa Ana del Yacuma, en el centro de Los Reinos Dorados, en el Beni, en el patio de mi casa había árboles frutales y muy cerca había arroyos y curiches; además el puerto del río no estaba lejos y era una aventura ir a contemplar los barcos que llegaban con mercaderías de lugares remotos. Por mis versos corren las aguas de los ríos Yacuma y Mamoré, padre y madre de los ríos del Beni que desembocan en el gran Amazonas.
- ¿Cuáles son trabajos recientes o qué está escribiendo?
HC: En la actualidad estoy escribiendo una serie de cuentos acerca de la guerrilla en Bolivia, ya he publicado algunos en revistas de Colombia y de Bolivia, a raíz de esas publicaciones me han escrito expertos investigadores del tema como Juan Ignacio Siles, que me han enviado sus libros, así como algunos exguerrilleros que me contaron sus impresiones y sus propias experiencias. Sé que es un tema que debo enfrentar con mucha responsabilidad intentando equilibrar lo histórico con lo literario, es decir con la complejidad de la condición humana ante su destino de lucha por un mundo mejor.
- ¿La razón por la que no viene a La Paz es por un tema de salud?
HC: Si, nunca hasta el año 2019, había faltado a esa cita literaria, ya sea presentando libros míos, de otros escritores o participando en mesas redondas y festivales de poesía y ese malhadado año me vino un infarto que casi me dejó sin terminar de contar mis historias. Cinco días en terapia intensiva y sobreviví, algo que vengo haciendo desde que nací, soy un sobreviviente de varias enfermedades físicas y mentales. Mi esposa, Carmen Sandoval afirma que, pese a que vine con fallas de fábrica, ella igual me ama. Espero vivir unos años, aunque sé que ya estoy en la sala de preembarque.
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