El Illimani
Aquí la nieve es mítica,
la luz seráfica.
Y la línea orográfica
se ensalma pítica
más capta el monte
Ágatas y amatistas
Del horizonte.
(De Scherzos)
Habla Olimpo
Yo fui el orgullo como se es la
cumbre,
Y fue mi juventud el mar que canta.
¿No surge el astro ya sobre la cumbre?
¿Por qué soy como un mar que ya no canta?
No rías, Mevio, de mirar la cumbre
ni escupas sobre el mar que ya no canta.
Si el rayo fue, no en vano fui la cumbre,
Y mi silencio es más que el mar que canta.
(De Scherzos)
Saber que nada sabe
Saber que nada sabe fue un duelo:
Y aunque del no saber hizo su cielo
loco de atar al fin, no saber nada,
ni su bien ni su mal, será su anhelo!
(De Scherzos)
¡Para siempre!
¡Para siempre! es el canto de la vida,
y todo son es son de despedida.
Brota un adiós de cada boca abierta,
y es toda boca en flor boca de herida!
(De Scherzos)
El último huayño
Guarda la tierra larvas
y el aire giro.
Pasan leves suspiros
y sombras parvas.
Así el destino
canta el último huayño
el cierzo andino!
(De Scherzos)
(De La poesía del siglo XX en Bolivia, Antología esencial, de Homero Carvalho, publicada por Editorial Visor, de España, 2015, que ha permitido que la poesía boliviana esté en la ferias internacionales del libro de varios países, además de estar en las mejores librerías del mundo)
Franz Tamayo
(La Paz, Bolivia, 1879- 1956)
Poeta, periodista, político y diplomático, Tamayo fue el gran poeta de Los Andes, nadie como él interpretó la fuerza telúrica de las montañas. Se enorgullecía de su ascendencia indígena y fue un hombre muy culto, además de un gran lector. Escribía sobre mitos europeos en poemas épicos, reflexivos y de gran sonoridad. Por su obra poética se le considera entre los máximos representantes del modernismo en Bolivia junto a otros poetas. Si en su poesía era universal, producto de su estadía en Francia e Inglaterra, en su ensayos fue un reivindicador de lo americano, lo indígena y así consta en su magistral ensayo Creación de la pedagogía nacional. El poeta Jaime Saenz se refería a él como el titán de la poesía boliviana. Dirigió el periódico El Hombre Libre y fue fundador de El Fígaro.
Obra literaria
«Odas«, «Nuevos proverbios» y «Epigramas griegos» Proverbios sobre la vida, el arte y la ciencia (1905), La Prometheida o las oceánides (1917), Nuevos proverbios (1922), Los nuevos rubayat (1927) Scopas (1939) Creación de la pedagogía nacional (1910).