Es triste en lo que ha devenido Evo Morales: de usar la cabeza a vulgar chuteador de pandilla. La acepción aymara de chutear, según los entendidos, no sólo hace referencia a patear, sino a ejercer la violencia física, y se convierte en una amenaza que incita a la acción. “Aquí están viniendo a Yungas, exviceministros de ADN, de Banzer, de Goni para confundir con talleres, seminarios. Si fuera cocalero de Yungas a chutazos (los) sacaría de aquí”, afirmó Morales en La Asunta (Página Siete, 13/07/18).
Ahora bien, ¿qué provoca estas expresiones de violencia por parte de @evoespueblo, que pueden ser asumidas, por sus partidarios, como carta blanca para ejercer la violencia física contra los que piensan diferente? El año 2017, el Gobierno, impuso la Ley General de la Coca (906). La ley legaliza la coca del Chapare y la pone al mismo nivel de la coca de los Yungas, pasándose por encima lo establecido en la CPE, que en su artículo 384 señala que “el Estado protege a la coca originaria y ancestral”.
En el afán de orientar a sus bases, dirigentes yungueños recurrieron a profesionales para que expliquen los antecedentes socio-históricos, estado de situación y perspectivas de la hoja de coca en el contexto del actual gobierno y su ley. En este labor, tuve el honor de compartir testera, en diferentes momentos, con personalidades, como el expresidente de la Comisión de Revalorización de Coca de la Asamblea Constituyente, Filiberto Escalante; con Agustín Mamani, asesor de dicha comisión; con el constitucionalista William Bascopé, el economista Julio Alvarado y los periodistas Andrés Gómez y Gonzalo Rivera.
La entrada que rompió el cerco yungueño fue a Coripata, a la comunidad Coscoma, abril 2017. Willian Bascopé y mi persona fuimos invitados por los dirigentes encabezados por don Benito Mamani. Por ser primera vez, nuestra entrada fue acompañada de varias medidas de seguridad, pues los anfitriones nos informaron que los masistas les habían amenazado con que “esos no van a venir; si vienen no van a llegar, si llegan no van a dormir aquí y no va haber ningún seminario”. Y es que hasta entonces, los Yungas eran territorio azulado por donde se viera: en las elecciones municipales las votaciones a favor del MAS no bajaban de 70% y en las nacionales superaban el 80% de apoyo.
“Eso era antes, nos decía don Benito, los Yungas ya no son del MAS desde el 21F y porque éstos están matando nuestra vida, nuestra hoja de coca, igualándola con la coca ilegal del Chapare. Además –continuaba– no hacen nada por el pueblo. Les hemos dado todo nuestro apoyo y nos han devuelto palo y desprecio. “Ustedes no teman, las bases van estar en el seminario”, aseguraba con sus sesentones ojos de esperanza y endurecidos en las luchas sociales.
Entramos con el doctor Bascopé en horarios y rutas diferenciadas, además, con protección de comunarios de Coscoma. Nos alojaron en una casa alejada. “Ustedes descansen tranquilos –nos decía un joven– desde el monte estaremos controlando toda la noche”.
Al día siguiente entramos a Coscoma, a las 09:00, y en el polideportivo ya estaban más de 500 personas. “Aquí están las bases de Coscoma y de otras comunidades”, decía don Benito en el acto de inauguración. “También están los masistas para que informen, escuchen, abran sus ojos y se sumen al pueblo yungueño, en vez de seguir apoyando a nuestros verdugos”, ironizaba. A las 10:00, a pesar de la lluvia, arrancamos con las exposiciones.
Luego vinieron las preguntas y respuestas abiertas. La cadena de 10 radios yugueñas transmitió el evento de cinco horas, con una audiencia total. Coscoma abrió la senda y después Adepcoca siguió la ruta. De esa manera, a pedido de sus bases, visitamos todos los municipios y centrales afiliadas a Adepcoca. Los masistas no pudieron detener la voluntad de las comunidades.
En su segunda etapa, las bases ya no sólo quieren preparase para la denuncia y la resistencia, sino también en temas de liderazgo.
¿Qué le duele al chuteador number one? ¿Que los Yungas ya no le pertenecen? ¿Que en los Yungas está emergiendo una nueva generación de dirigentes dispuestos a defender la CPE, la democracia, su voto y sus derechos? “Antes, Evo era recibido en los estadios llenos de gente; hoy –decía un dirigente de Coripata– lo reciben en una calle y con gente obligada”. Si algo les pasa a los disertantes que siguen entrando a los Yungas, ya sabemos quién es el autor intelectual.