Oscar Seidel
Introducción
Hay un buen listado de escritores que a través de las épocas sufrieron las pandemias y contaron sus historias: William Shakespeare, Albert Camus, Carlos Orlando Pardo, y Oscar Seidel, entre otros. Con este ensayo pretendo describir cómo ha afectado y sigue afectando al mundo, realmente la contaminación de las enfermedades.
ARGUMENTO 1
Los clásicos del escritor inglés William Shakespeare forman parte de la literatura de todos los tiempos. Algunas de sus grandes tragedias fueron escritas en plena peste y reclusión en Inglaterra, donde resalta la lucidez del autor, Londres en la época de Shakespeare era una ciudad sobrepoblada, llena de ratas, sexualmente promiscua y maloliente. Las aguas servidas, así como todos los desperdicios de la ciudad eran vertidas directamente al Támesis. Las ratas circulaban libremente provocando a menudo grandes epidemias de peste bubónica especialmente en verano, época en que la corte se retiraba prudentemente al campo.
Las otras enfermedades endémicas o epidémicas eran la viruela, que afectó a la reina a la edad de 29 años, y la obligó a usar un maquillaje hecho de carbonato de plomo y huevo, que entre otras cosas le hizo perder el cabello; la sífilis, cuyo tratamiento era peor que la intoxicación por plomo de la reina y consistía en la inhalación de vapores de mercurio; el tifus y la malaria. En este ambiente, no es de extrañar que Shakespeare aluda, describa o utilice como parte del argumento de sus obras estas enfermedades, que incluso le afectaban directamente debido a que, durante las epidemias de peste, los teatros eran cerrados, causando grandes pérdidas a las compañías.
ARGUMENTO 2
El escritor franco-argelino Albert Camus publicó “La Peste” en 1947. Ambientada en Orán, narra los estragos de una epidemia provocada por las ratas que causa centenares de muertes a diario. La propagación imparable de la enfermedad empujará a las autoridades a imponer un severo aislamiento. Todo comienza un dieciséis de abril. En esas fechas, Orán es una ciudad con una vida frenética. Casi nadie repara en las existencias ajenas. Sus habitantes carecen de sentido de la comunidad. No son ciudadanos, sino individuos que escatiman horas al sueño para acumular bienes. Camus describe en “La Peste” su tiempo y su tierra natal, pero su novela trasciende su marco temporal y geográfico, adquiriendo el rango de metáfora universal.
Sus reflexiones resultan particularmente esclarecedoras en estos días. Camus señala que la irrupción de una epidemia letal nos hace meditar sobre el tiempo. El tiempo no se adapta a nosotros. Somos nosotros los que debemos aprender a experimentarlo en toda su plenitud. Albert Camus piensa que no existe Dios, que la fe es una expresión de impotencia, pero opina que el escepticismo no nos has hecho más libres. Solo nos ha dejado más desamparados. La capacidad de sacrificio del doctor Rieux, protagonista de La Peste, pone de manifiesto que atribuimos una importancia excesiva a nuestro yo.
ARGUMENTO 3
El escritor tolimense Carlos Orlando Pardo narra 100 relatos breves sobre el Coronavirus, que fueron editados en un libro digital de 121 páginas titulado «Los tiempos del encierro» a través de la Editorial Pijao Editores. Yo me atrevería a llamarlo más bien «Crónica de un encierro forzado» porque los relatos no tienen nombres, sino que narran el día a día de un escritor prisionero de una peste no anunciada. Desde el primer día de la crónica, yo como lector interpreto, que el autor hace el símil entre el gato y el ratón, en donde el lector se imagina de manera inmediata quien lleva las perder si llegase a caer en las garras del felino Covid-19.
Al terminar los100 relatos, el escritor recibe un mensaje optimista de su señora madre, en el que ella le cuenta que este país vivió una epidemia más brava que la actual: la peste de la violencia. Le dice que su familia de manera valerosa la enfrentó, y que también estuvieron encerrados por el temor a ser asesinados. Le aconseja que nada de cobardías, el tiempo pasa sin que lo advirtamos porque todo es fugaz, y lo que empieza termina. El Gato virus pronto se irá y los ratones viviremos más tranquilos, pero, con la enseñanza que nuestra vida ha cambiado.
ARGUMENTO 4
“El dulce olor de Puerto Perla” es la novela más conocida del escritor colombiano Oscar Seidel. La novela fue escrita durante dos años, entre 2016 y 2018, en Cali, y se publicó por primera vez el 28 de agosto del 2018 en Madrid. España. El libro se compone de 26 capítulos no titulados, en los cuales se narra una historia con una estructura cíclica temporal, ya que los acontecimientos del puerto, así como los nombres de los personajes se repiten una y otra vez, fusionando la fantasía con la realidad. Acudió a información escrita sobre las pandemias y desastres naturales que azotaron a Tumaco. Esta novela es premonitoria del Coronavirus, puesto que hace dos años que la escribió ya hablaba sobre la peste que llegó al puerto, los aislamientos y saneamientos con yerbas medicinales.
Para la novela “El dulce olor de Puerto Perla”, sacó la trama del transcurrir histórico del puerto de Tumaco, conocida también como La Perla del Pacífico, lugar donde la ficción toma cuerpo enmarcado dentro de un clásico de la literatura universal, “La Náusea” de Sartre, utilizada más como una antinomia, ya que en Puerto Perla todos tienen conciencia de ese mal olor que termina por ahuyentar a todos sus habitantes, contrario a los burgueses descritos por Sartre, ya que estos terminan por no advertir la realidad que los circunda. Al igual que en “La Peste” de Camus, en donde la trama se pone de relieve la carencia de una moral universal, manifiesta en los políticos que terminan por desconocer el origen del mal olor, desviando recursos, robando lo poco que hay en los erarios públicos, cuando en verdad la pestilencia emana de sus propios cuerpos. Es una metáfora de la corruptela que ha acompañado a la mayoría de políticos del mundo.
A Oscar Seidel lo inspiró mucho el mexicano Juan Rulfo. El epígrafe del libro es tomado de su novela “Pedro Páramo”. Sintetiza el final de un pueblo donde el narcotráfico, el paramilitarismo y la corrupción se suman a un hedor nauseabundo que invade todas las calles, que nadie sabe de dónde viene y que obliga al Gobierno Nacional a buscar la manera de contrarrestarlo. El mal olor que se mete por las narices de los pobladores de Puerto Perla debe interpretar en la novela como una metáfora de su realidad. El narrador que esporádicamente aparece en el texto cuenta que, en las noches, las ánimas deambulan por sus calles. Al final, el puerto se convirtió en un hospital rodeado de agua pestilente y de mal olor por todas partes.
CONCLUSION
Las pandemias nunca se acabarán, pero, tampoco faltará la imaginación de los escritores para describir sus nefastos resultados.