Yessika María Rengifo Castillo
La literatura hispanoamericana sigue contándole al mundo los acontecimientos que abordan el sentir y el accionar de los sujetos. Ese universo de sentimientos y de pensamientos desde la lírica, la dramática y la narrativa, instrumentos claves a la hora de inferir o comprender a los seres que habitan el planeta.
Desde ese ángulo, México, el país centroamericano, no es la excepción a contar estos hechos en voces como Juan Rulfo, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Laura Esquivel, Alfonso Reyes, Rosario Castellanos, Jaime Sabines, Elena Poniatowska, Fernanda Melchor, Valeria Luiselli, Amado Nervo, Aniela Rodríguez, Carlos Pillecer y tantos otros, contando ese México permeado de escenarios rurales y urbanos que son esencia de esa Latinoamérica resiliente ante el caos que la ha acompañado durante siglos.
De estas circunstancias nace el hecho que viajemos por los rituales de la escritora mexicana Gilda García. Recordemos que, Gilda García Romero (Puebla, México, 1979). Maestra en Dirección de Recursos Humanos. Docente y escritora. Cofundadora del colaborativo de escritores Nautas de Letras. Ganadora del concurso literario “Iluminadas” de ciencia ficción organizado por los colectivos de escritoras Especulativas y Las sin sostén. Ha publicado cuentos en El Sol de Bajío, Contraste Político y el Diario de Campeche. También ha divulgado sus textos en diversas revistas digitales. Conductora del programa literario Todo en un punto, auspiciado por TRILCE Radio.
Además, en la actualidad es conductora del programa literario Poesía a domicilio por Anaquel Literario.
Sin más preámbulos, ingresemos esta mañana soleada de la misteriosa Bogotá a los rituales de la querida Gilda García Romero quien se ha caracterizado por presentar un viaje literario en las estaciones del tiempo humano.
¿Qué es la literatura para Gilda?
La literatura es el arte de evocar las palabras adecuadas para viajar a diferentes lugares y a variadas emociones. Concibo a la literatura como una forma de vida, una perspectiva ante la realidad, una forma de evadir tanta violencia y al relativismo al que hemos caído como sociedad.
Además de lo anterior, la literatura es una necesidad para mí. Las letras son el pan de cada día, porque estoy pensando en distintas historias o textos poéticos a todas horas.
¿Autor@s qué han marcado tu trayectoria literaria?
Anne Carson es una autora que me ha impactado por su manera de hibridar distintos géneros literarios y como ha perdido la preocupación por encajar en uno u otro, simplemente deja a su genialidad dar rienda suelta.
Menchu Gutiérrez, es una gran escritora, quien a pesar de tener una obra bastante prominente no es tan conocida como debiera, tiene una manera muy particular de abordar el género fantástico. Sus obras me han dejado estupefacta.
Angélica Gorodisher es una autora imperdible de la ciencia ficción. Ella dio un giro a este género puesto que retomó las ciencias sociales para crear sus historias, siendo que las humanidades no son consideradas por el canon como lo ideal.
Tatiana Tibuleac es una autora que conocí recientemente y que me ha dejado impactada su forma de escribir porque es cruda pero real. El sentimiento que deja leerlo es de haber pasado por un proceso descarnado en donde el alma se agita y luego vuelve al punto inicial. No se vuelve a ser el mismo luego de leer sus novelas.
Beatriz Meyer es una gran escritora quien me enseñó los principios de la literatura, de ella aprendí como hacer cuento. Su escritura es multifacética porque nos lleva en un vaivén de emociones, a veces estaremos en la oscuridad y otras veces en la cima. No hay momentos de inapetencia en el trabajo de Beatriz. Siempre comprometida con la formación de nuevos escritores, es una artista que comparte.
Alejandro Tarrab es un gran poeta y ensayista a quien admiro y de quien he aprendido muchas cosas. He tenido la fortuna de tomar talleres con él y puedo decir que en uno de esos espacios es donde tuve otra perspectiva de la poesía en donde me sentí al fin una poeta. La escritura de Alejandro está enmarcada en la innovación y en aristas filosóficas que impactan a niveles profundos.
Alejandro Paniagua es un novelista, cuentista y poeta que tiene una particular forma de narrar, su honestidad es inigualable y de él aprendí que uno puede escribir de cualquier cosa. La literatura no tiene límites y todo puede ser bello, hasta la violencia más profunda puede ser acicalada con la poesía. Es impactante.
Alejandro Badillo es un cuentista y novelista generoso, quien escribe con una pulcritud irrepetible, sus textos pueden ser leídos, releídos y siempre se hallarán nuevas andanzas, las aventuras que narra son conmovedores y la calidad de la prosa es siempre incitante.
Son muchos los autores que me han generado cambios en el alma, podría mencionar muchos más, pero no quiero alargarme demasiado.
¿Cuáles son tus rituales a la hora de leer y de escribir?
Para comenzar a escribir debo tener un proyecto en mente. En el caso de un cuento ya debo contar con la historia redonda de principio a fin. En el caso de un poema debo saber que quiero transmitir. Luego de ello, me siento frente a la computadora siempre y cuando tenga el tiempo suficiente, porque si algo me interrumpe puedo ponerme de muy mal humor.
Antes de sentarme a escribir, o leer, debo tener completo silencio.
¿Qué se siente estar en el micrófono de Anaquel esos miércoles de universos literarios?
Para mí es un gran honor que Ana Saavedra, directora de Anaquel Literario me haya proporcionado un espacio para dar a conocer a los poetas actuales en esta plataforma.
Aprendo mucho de los invitados, sus experiencias y conocimientos en materia poética me dejan siempre asombrada y me interesa mucho que la diversidad de estilos sea conocida. Sus respuestas a mis interrogantes me llenan más a mí, por lo mismo casi siempre salgo de una entrevista muy inspirada.
¿Qué piensas del papel de la mujer en la literatura Iberoamericana?
Es vital puesto que, si bien se han abierto espacios para que las mujeres den a conocer sus letras, aún falta camino por recorrer. Las estadísticas aún hablan claro, las mujeres siguen siendo minoría a la hora de las publicaciones. Por lo tanto, hay que seguir trabajando y escribiendo con ahínco para que los espacios sean equitativos.
Las ideas de las mujeres son revolucionarias y sumamente nutricias para la literatura, por ello se debe trabajar en ahondar en esas ventajas que contraen los textos. No dejarlos atrás o para otras oportunidades. El momento de visibilizarlos es ahora.
Finalmente, la idea es que se lea a Gilda García como un referente de la literatura que esta permeada por ese viaje incansable del pasado y el presente de los hechos socioculturales que acompañan a México y el mundo. En letras como:
Líneas de expresión
Me gusta pensar que no me repudian,
es mejor creer que las cordilleras del tiempo
se desgajaron sobre los párpados de mis hijos.
Mi familia detesta los domingos por la tarde,
porque no pueden
perderse en bosques de hechiceras lascivas,
ni dispersar sus órbitas en mares delirantes,
todo ello porque tienen que venir
y escuchar mi discurso repetitivo
de mujer madre y vieja.
En el asilo, los días son viscosos
como remolinos de miel condensada.
Cuerpos añejos crujen con la existencia.
Somos como un banco de medusas aletargadas
que entrelazan sus filamentos en errático tropel.
Por las mañanas,
somos lágrimas de mar que se contraen
rítmicas,
sedientas
para luego expulsar la vida usándola como propulsor.
Mis tentáculos calibran tardo al ponerme de pie
y me adhiero a las horas de lectura con cabezadas sutiles,
luego me derrito transparente ante un sol in vitro
que me anestesia todas las nervaduras.
Mejillas cartilaginosas que se agitan lentas
mientras una manzana recién nacida
muere en una dentadura falsa.
No vengan a verme
No me reprendan más.
Hace mucho que se cortó el cordón umbilical.
Ahora el mundo es otro,
la modernidad atropella con patas de rinoceronte.
Nada tengo que enseñarles.
La experiencia de toda mi vida se ensombrece
ante los alíferos resultados del algoritmo
en los teléfonos inteligentes.
Beberé mis recuerdos por la tarde,
con galletas suaves de jengibre,
justo antes de dormir con mis celentéreo
Nos vamos. Ha sido un placer recorrer los rituales literarios de Gilda García Romero no sin antes decir que, las letras son universos de satisfacción en tiempos de caos.
