El podcast existe desde hace muchos años a nivel mundial, pero en Bolivia comenzó a tener mayor protagonismo tras la pandemia del coronavirus. Se trata de un formato ideal para generar conexión con las audiencias y una forma didáctica para captar la atención del público.
Una de sus principales cualidades es que rompe con la lógica de la inmediatez y se adecúa a los tiempos de los usuarios. Otra característica importante es que ya no se necesita “el gran equipo” para la creación sonora. Las herramientas están disponibles en cualquier teléfono inteligente o computadora, solo necesitas un buen micrófono. Eso no significa que dejen de existir producciones profesionales de podcast con equipos de última tecnología. Además, se trata de un producto que rompe con los formatos tradicionales de difusión masiva.
En Bolivia, existe una comunidad de podcasteros denominada PodcastBO en la que existen más de 70 iniciativas registradas. Entre los departamentos con mayor participación están La Paz, Santa Cruz y Cochabamba.
El amplio catálogo, en este formato en el país, abarca diversas temáticas desde política, educación, religión, crecimiento personal, cine, deportes, fotografía, tecnología, periodismo, cultura y viajes.
De hecho, existe un podcast boliviano que rescata las vivencias de personas sobrevivientes de la pandemia, aprendizajes, los miedos y experimentamos durante los periodos de las cuarentenas por el coronavirus. Se llama “Los hijos de la pandemia”.
Sin duda apostar por nuevos formatos, es el paso que se debe dar en el país para mejor la producción de contenidos de calidad. Hacerlos rentables es el siguiente paso.