Maurizio Bagatin

Como una trinchera. Una improvisada arquitectura, más allá del símbolo, hecha con ladrillos de palabras, de personajes que van aun buscando un dialogo, una historia. La línea Maginot de Lev Shevchenko es una luz en el túnel de una humanidad distraída.

E paraíso de Borges defiende la belleza de Helena de Troya, la única belleza por la que valdría una guerra. Más del libro de Job, de todo el Viejo Testamento y del Talmud. El silencio de Sócrates, de Buda y de Cristo valdrán estas palabras, también el aleteo de la mariposa de la poesía de Tagore, «la felicidad de los animales; las orugas, que representan la inocencia de los limbos; los topos, el sueño de la virginidad» (Arthur Rimbaud).

Imagen: El bunker de Lev Shevchenko