Por Nayma Enriquez / Para Inmediaciones
La alegría del grupo de montañistas desapareció cuando vieron al nevado Charquini, prácticamente en rocas, ellos se habían dirigido al gigante para practicar snowboard (el deporte extremo de tabla sobre nieve), sin embargo tal aspiración se complicaría por el triste panorama encontrado.
Charquini está a 5390 msnm y se ubica en el departamento de La Paz, muy próximo al nevado Huayna Potosí. Reinaldo Choque un frecuente asiduo de la montaña lamentó la agonía de la montaña, «Se me parte el corazón al ver como se encoge el glaciar”, dijo con el rostro muy triste al mirar las enormes rocas.
Los montañistas buscan ascender a la cima de Charquini para coronar su cumbre, para llegar a ella, se debe subir por sus faldas verdes y luego empinadas rocas habitadas por vizcachas, durante aproximadamente una hora a través de un sendero, poco a poco la nieve invitaba a ascender más y más. Sin embargo ahora la nieve va retrocediendo cada vez más y más según los conocedores de la montaña
Lenny Zurita fue seducida por la idea de conocer Charquini, ella quiso ir al nevado desde que vio las fotografías, pero hoy no hace más que lamentar el triste panorama de un nevado agonizante, pese a ello, los veintidós miembros del grupo de excursionista se dirigen al pico de Charquini.
Según Reinaldo Choque, un conocido guía de montaña y practicante del deporte extremo del snowboard , además del negro panorama que se identifica con el retroceso del nevado, también se ha registrado una nueva laguna, producto de los bloques que caen de Charquini» esta laguna está cada vez más grande relato, recordando que hace algunos meses, esta no existía».
Un panorama desalentador
A pesar de que los científicos y estudiosos en montañas creían que el problema de la muerte de los glaciares se plantearía dentro de varias décadas, el calentamiento global está provocado la muerte de los gigantes blancos bolivianos. El Chacaltaya fue el primero en morir, la montaña de 5.300 msnm, se jactaba de ser la pista de esquí más alta del mundo, sin embargo hoy el lugar, es un cerro rocoso con una pequeña franja de nieve.
Aunque la tendencia a la desglaciación es una constante, hay variables que influyen en su velocidad, entre ellas el clima y los fenómenos extremos. La temperatura de manera general en el país aumenta 0,13 grados centígrados cada diez años, según la Dirección de Ciencia y Tecnología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), mientras en la alta montaña el incremento es del 0,21. Durante El Niño, el deshielo aumenta; cuando llega La Niña, sigue siendo incapaz de reparar los daños que hizo el anterior.
Un estudio del Instituto de Hidráulica e Hidrología de la UMSA, pronóstico hace cinco años que la nieve desaparecería de Charquini en 2020, pero las estimaciones quedaron cortas, el calentamiento global no perdonó al majestuoso nevado.
Bajo la influencia del fenómeno de El Niño los glaciares pueden perder hasta el 100 por ciento de su cobertura, es decir, que solo quedarían con hielo, haciéndolos más vulnerables a la radiación solar y a la temperatura ambiente.
Dos son las principales causas que han llevado a que nuestros nevados se derritan: la naturaleza y el hombre. Por cuenta de la naturaleza, la variación de la órbita de la Tierra o el cambio del ángulo de inclinación de su eje pueden llevar a que perciba mayor radiación solar o más cantidad de energía, por lo que la nieve se derrite. Además, el mismo ciclo natural lleva a eras de glaciación en las que abunda la generación de nieve y, posteriormente, a periodos cálidos en los que el hielo escasea. Incluso factores como la actividad volcánica o los cambios por emisiones de gases efecto invernadero, producen variaciones en el planeta.
La actividad del hombre también ha afectado a los glaciares. No solamente por la contaminación, sino también por el descuido del entorno cercano.
Y entre las consecuencias negativas de la pérdida de los glaciares esta además que la pérdida de importantes fuentes de agua para el futuro, ya que estos depósitos naturales de agua, se están perdiendo en la nada, poco se está almacenando en lagunas como lo que ocurre en Charquini, la gran parte se pierde por las montañas y por efecto de la evaporación.
«Si los glaciares desaparecen, las consecuencias para la mayoría de nuestras regiones serían terribles, ya que disminuiría las principales fuentes hídricas paceñas», afirma Gianny Campos el gerente regional de la empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) El Alto.
Los gigantes sobrevivientes
En nuestro país aún hay nevados sobrevivientes en varias regiones de Bolivia, estos son promocionados para visitarlos por grupos de montañistas, antes que la situación se complique mucho más. Según estudiosos en temas de la glaciación, no hay mucho que se pueda hacer para combatir el derretimiento de los glaciares.
Entre tanto el grupo de montañistas ha iniciado ya el ascenso a la montaña, esperanzados en que la situación de Charquini pueda cambiar y que las ocasionales nevadas que se registran en algunos meses puedan nuevamente nutrir de nieve al gigante.