Maurizio Bagatin
En la rama del pacay un pájaro carpintero, tres cantos y una mirada, se vuela al primer paso del hombre…en los arboles de granadas los azulejos – dicen que llegaron de Chile contrabandeados en las cajas de manzanas delicius – y luego llegan los picaflores que me visitan todos los días de todas las estaciones del año, en primavera van al limonero y al ciruelo, en verano entre manzanos y membrillos, llegando ya el otoño se acercan al ligustro, y tristes parecen, en el invierno buscando el néctar en las flores del jazmín. Hoy que el Poeta reniega, los pericos del éxodo obligado, siempre en fuga, buscando espacio y reposo en un jacaranda, en el tajibo ya pelado, en un molle afortunadamente sin podar…
La pareja de gavilanes que observan desde lo alto, a golondrinas y palomas, a las alondras y a los ibis que cruzando la entera ciudad – desde la Laguna Alalay hasta la de Coña Coña, ida y vuelta todos los días – mientras algunos, los más viejos, los más cansados se toman una pausa en las sobrevivientes k’ochas de Linde y otros animales los miran, nunca vieron pájaros así tan blancos, así tan solos y aspi tan pocos; los gatos trepadores y algunos solitarios perros que solo se logran camuflarse de cazadores…
Vuelan detrás del viento, de unas esporádicas nubes de agosto, de la primavera a la puerta; los periquitos australianos no se aparejan, tienen casita y el tiempo dirá.
Domingo de bicicleta, antes del arranque, un último respiro en el perdido aliento; se cuenta que los domingos por la tarde moldean caracteres. Tiquipaya, Cuatro esquinas, Colcapirhua, Quillacollo, algunos sobreviven al adobe biológico, otros invierten en galpones que brillan al sol. Me pareció por un momento oír una voz detrás de todas las paredes, el silencio de la eternidad…Las murallas de Sana’a, Samarcanda, Matera, Maroua y Garoua…pasaje del tiempo, abandonados campesinos y mujeres sin edades con el futuro incierto. Tierra que aun grita. Un vino en la tarde de una imaginaria San Javier de Chircas…”Los pobres hombres. Maleable arcilla en manos del destino”.