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David Fleurant: El alma de la fotografía o el ingenuo sentido del asombro

Milan M.A. Gonzales / Crepúsculo

David Fleurant, nació en Pawtucket, Rhode Island. Fotógrafo, pintor y profesor, premiado por su excelencia, dialoga sobre medio siglo de trabajo fotográfico.   

P. ¿Por qué la fotografía?

R. Tenía 16 años, tomaba clases privadas de pintura con Herman Itskovich en Rhode Island. Tras cumplir 18 años me alisté en las fuerzas navales, eso iba a poner fin a mi oportunidad de pintar. Empecé a buscar otras vías de creatividad. En mi primer año en la Marina compré una cámara, entonces me dije; esta es una muy buena alternativa. Me suscribí a todas las revistas sobre fotografía. Durante meses en el barco las leía y releía. Lo mejor de todo es que viajaba mucho. Cuando regresé y dejé la Marina, mantuve la fotografía como un interés cercano. Después de aceptar dos trabajos que no me gustaron me dije: David, deberías estar haciendo algo creativo, vuelve a la escuela. Entonces fui a Rhode Island School of Photography.

P. Usted aprendió fotografía en el cuarto oscuro. Ahora que está en la era digital ¿Cómo fue la transición?

R. Mi formación fue fotografía en el cuarto oscuro, foto química. Hace años hicimos la transición de la fotografía tradicional al mundo digital. Cuando observo a los nuevos artistas de la imagen digital, me resulta fácil entender el concepto de la fotografía digital, porque tiene sus cimientos en la fotografía tradicional. El proceso es un poco diferente, pero el concepto básico sigue siendo el mismo. Se basa en tres colores rojo, verde y azul o cian, amarillo y magenta. La película o film ha sido sustituida por un chip digital, pero la forma en que se graba la imagen sigue siendo la misma, si comprendemos que la interrelación en que la luz es capturada, es similar. Así que tener esa base en la fotografía tradicional es una sólida base para entender cómo funciona el proceso con la fotografía digital.

El problema con la fotografía digital es que con la fotografía tradicional tenías que introducir información a la cámara para obtener un objeto sólido, un negativo. Así que podías establecer una relación entre lo que acababas de hacer y lo que había sucedido en ese trozo de película. En cambio, la fotografía digital aleja al usuario de esa experiencia. Muchos usuarios ajustan la cámara y observan la imagen, pero no entienden el proceso que se esconde detrás. Por ejemplo, no entienden lo que está pasando cuando hacen una sobreexposición. No tienen ninguna relación física con el proceso, y en ese sentido, los estudiantes de imagen digital progresan rápido porque como el proceso de trabajar digitalmente es hacer una fotografía, y si no te gusta, haces otra con un pequeño cambio, pero siguen sin comprender lo que está pasando. Mientras que la fotografía tradicional era lenta. Tenías que tomar notas y ser meticuloso en tu trabajo, y con la cámara.

La mayoría de las cámaras actuales toman notas por ti, se llaman metadatos. Así que cuando apuntas la cámara a algo, no sólo hace una foto de ello, sino que te dice cuál fue la exposición, cuál fue la velocidad del obturador, cuál fue la apertura, el alma de la fotografía. Algunas cámaras te dicen dónde hiciste la foto, todo esto se graba automáticamente como un archivo de texto entre bastidores con tu imagen. Mucha gente no lo sabe, pero está ahí y esas estadísticas son fáciles de ver en Photoshop.

P. No hay tiempo en mi vida para debatir con aquellos que afirman que la fotografía no es una forma de arte. Esa es una de tus afirmaciones más contundentes ¿Por qué?

R. Sí. La fotografía en muchas áreas del oficio no es arte. Cuando la fotografía es practicada como una forma de arte por un fotógrafo, hacen la suposición errónea de que la obra de arte terminada está conectada a los materiales que se utilizaron al hacerla. Y si eligen creer que porque alguien utiliza una cámara en lugar de pintura o alguien utiliza un procesador de textos en lugar de una máquina de escribir o un lápiz para escribir, de repente no se convierte en arte o es arte porque utilizaste una forma de material frente a otra.

La realidad es que el arte es el dominio del creador. No es el dominio de los materiales utilizados para crear. Así que no puedes confundir la cámara con el arte. El arte está en el creador, la persona que pone esa cámara en esa escena, y luego, incluso posiblemente después del hecho, utiliza ya sea un cuarto oscuro tradicional o Photoshop para embellecer la imagen. De modo que, desde el punto de vista del creador, representa la visualización previa que tenía en su mente sobre lo que quería expresar. El arte es expresión.

P. Usted viajó por todo el mundo gracias a la Marina. ¿Cómo fue esa experiencia?

R.  Estuve en el ejército a finales de los sesenta y principios de los setenta. Estábamos muy implicados en la Guerra de Vietnam. Mi propósito al alistarme en la Marina era evitar el servicio militar obligatorio. No quería alistarme en el ejército y que durante dos años me dieran un arma y me mandaran a disparar a la gente. A los 18 años, todavía algo ingenuo, pensé que sería mejor alistarme durante cuatro años en un servicio militar mucho más benigno. Cumplí mi deseo. Tuve mucha suerte, mi primer destino fue un año de servicio en Pensacola, Florida. Iba a la playa casi todos los días, luego me destinaron a Newport, Rhode Island, en un destructor de la Marina. En plena guerra de Vietnam, enviaron mi barco a Europa. Así que pasé seis meses viajando por varios países del norte de África y países escandinavos. Luego estuve en el Caribe y Cuba.

P. Usted fue premiado como mejor profesor de Rhode Island School of Design ¿Cómo describe su experiencia como profesor?

R.  Abarca un abanico muy amplio. Tengo la oportunidad de enseñar a adultos y a jóvenes. Mi alumno de más edad hasta la fecha tenía 82 años. El mayor beneficio que encuentro en la enseñanza, es que los jóvenes se acercan a la creatividad o a la fotografía artística en particular con un ingenuo sentido del asombro. Diría que la experiencia de enseñar a los jóvenes me mantiene fresco como artista porque ellos hacen preguntas inesperadas.

P. Texto y fotografía periodística ¿Cuál es su punto de vista?

R. El texto explica muy bien lo que ocurrió en un momento determinado. Te dibuja una imagen mental de la experiencia del escritor. Por otro lado, la fotografía puede mostrarte cómo fue realmente la experiencia, tiene el potencial de ser vista fuera de contexto. Cuando combinas o unes un texto con una imagen, sabes que tienes la capacidad de situar al lector en la posición de lo que sucedió. Minimizas, si no incluso eliminas, la posibilidad de que la persona se lleve una impresión equivocada. El texto por sí mismo también tiene el potencial de dar una impresión equivocada, porque la imagen mental dibujada por el texto está totalmente en la mente del lector. Y, de nuevo, diferentes personas que leen el mismo texto obtienen imágenes mentales muy diferentes. Así que creo que ambas son importantes. Por eso la fotografía en sí misma, muy a menudo imágenes aisladas, son muy potentes para cambiar el mundo.

Lewis Hine era un fotógrafo que trabajaba hace más de 100 años, el tema era el trabajo infantil. Durante años la prensa popular escribió artículos sobre la naturaleza opresiva de la utilización de los niños en las fábricas textiles en Estados Unidos y como los utilizaban en las minas de carbón en Virginia Occidental para extraer carbón. Estamos hablando de niños de ocho años de edad. Con veinte años, ya tienen una carrera de toda la vida y, también están enfermos. Durante todos los años que la prensa escribía sobre estas condiciones nada cambió. Entonces llegó Lewis Hine y fue a las minas con su cámara, fue a las fábricas textiles. Cuando esas fotos comenzaron a publicarse, casi de la noche a la mañana la legislación en este país prohibió el trabajo infantil. ¿Qué se puede decir de las fotografías?

P. ¿Qué relevancia tiene la paciencia en la enseñanza?

R. La paciencia es absoluta. Hay muchos profesores que son fotógrafos, pintores, poetas, escritores y están en el pináculo de sus habilidades, pero son malos profesores, porque saber algo y enseñar algo son dos habilidades muy diferentes. Para enseñar, a parte de que tienes que conocer bien tu profesión, también tienes que ser capaz de comunicar esas cosas. Una de las cosas fundamentales sobre la enseñanza que he descubierto, cuando enseñas, nunca debes asumir nada. Siempre hay que enfocar al alumno desde el punto de vista de que no sabe nada y no dar nada por sentado Hay que explicar cada detalle, por insignificante que parezca a un alumno novato. Puede ser el principio de su comprensión. hay que estar preparado para repetirlo hasta que lo entiendan. Los alumnos aprenden de formas diferentes. Yo soy un ejemplo perfecto de ello. Muchos estudiantes no aprenden bien tomando apuntes. Algunos no aprenden bien leyendo. Otros no aprenden bien escuchando la clase. La mayoría de los estudiantes destacan en una u otra de esas formas. A la hora de enseñar, es una buena idea practicar esas técnicas a lo largo de la clase. Me gusta dividir mis clases en demostraciones prácticas. Hay clases teóricas, también hay toma de apuntes y deberes en los que el alumno puede practicar por su cuenta. A muchos estudiantes les da miedo trabajar bajo presión durante un periodo de laboratorio con otros estudiantes, pero destacan cuando pueden irse a casa y trabajar solos. Así que yo diría que la paciencia es una virtud extrema para un profesor, que no todos profesor posee.

P.  ¿Qué le quiere decir a quien quiere ser fotógrafo?

R. Algunos de los mejores fotógrafos que he conocido tienen una base en arte. La base de tener una sólida formación artística en visualización ayuda mucho a comprender la creación de la composición y la luz. Los pintores aprenden a observar. Los pintores aprenden a observar la luz. Intentan pintar lo que ven. Es una habilidad para ver. La mayor parte del arte es en realidad una habilidad en la observación, en cierto sentido, convirtiéndote en un testigo profesional del mundo. Me parece que los cirujanos también son muy buenos fotógrafos. Hace años me publicaron en la revista de fotografía espacializada LensWork mi catálogo: “INTO THE LIGHT Faces of Perú” (Hacia la luz, rostros de Perú). Tuve la suerte de compartir las páginas con Howard Schatz, un fotógrafo que se hizo popular por su serie llamada Pool Light, Howard era originalmente cirujano y dejó esa profesión por la fotografía profesional. ¿Ha perdido algo por ello? No, en absoluto. Tiene un éxito increíble.

Una vez que entiendes la mecánica de la fotografía, una vez que entiendes cómo funcionan los números, es fácil aprender a hacer la exposición perfecta. Pero, ¿va a ser arte? Probablemente no. Lo que la convierte en arte va a ser el dominio de quien está detrás de la cámara. Hay un proceso de selección que tiene que tener lugar. Una vez que has seleccionado el tema, es cuestión de elegir. ¿Es el momento adecuado, es el día?¿Es la época del año adecuada? ¿Tengo que volver?¿Qué objetivo voy a elegir? Una vez que tienes los números se convierte en una cuestión de procesar analíticamente la información y elegir cómo deseas pre visualizar esta declaración acabada que vas a hacer y que en última instancia se traducirá en una impresión. Después de haber hecho esa captura, aún no ha terminado la grabación de una imagen. Es el 40 a 60% del proceso creativo. Has tomado todas las decisiones correctas sobre fotografiar este paisaje o un retrato. Ahora tienes que tomar más decisiones. Tienes que llevarlo de vuelta al cuarto oscuro virtual y llevar cada gramo de vida que hay en esa información capturada a la página impresa. No creo que una fotografía esté completa tal y como se hizo con la cámara. Todas las imágenes se pueden mejorar cuando aportas la sensación pre visualizada que tenías en tu mente. La cámara lo ve literalmente. La realidad es que la cámara no ve lo que tú ves. La cámara tiene muchos problemas que le impiden ver como ven los humanos. La cámara ve en dos dimensiones. Nosotros vemos en tres dimensiones. La cámara ve lo que tú ves fuera de contexto. Ve un momento en el tiempo que tú ves en un continuo. La cámara está totalmente divorciada de la emoción. La cámara no registra el olor, no registra la temperatura. Todas esas cosas faltan en la captura inicial de la imagen. Pero esas son las cosas que inspiraron al fotógrafo. la cámara en esa dirección y hacer ese momento. Estás al borde del Gran Cañón y te impresiona su belleza, pero subliminalmente, puede que no te des cuenta de que te está afectando el sonido de los pájaros, que tal vez el sonido del viento soplando la temperatura del día, el olor en el aire. Hay un gran número de críticos que dicen que no se puede hacer algo en Photoshop a una obra de arte fotográfica porque es fotografía. Eso se consideraría manipulación. No entiendo por qué tengo que hacer mi arte con una mano atada a la espalda. Una persona creativa es libre de hacer lo que quiera en su lienzo.

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