Hugo H. Padilla Monrroy
“Tu llegaste aquí, cuando me voy”, le decía ayer, mi agenda 2024 a mi agenda 2025.
Cierra un ciclo de trabajo, mi amiga, mi confidente, mi recordatorio de muchas cosas, esa que no olvida nada, la hermana que se jubila al igual que otras que pasaron en ni vida, esta que la llamamos 2024, que llegó a mis manos por el obsequio cariñoso de mi sobrino querido el ingeniero Fernandito Skandar, esa joya peruana que no solo contiene las hojas calendariosas qué marcan los días de un periodo de vida marcado por el 2024, así como también un compendio exquisito de los temas básicos de la Ingeniería Civil.
El “ nuevo calendario” llamado también “calendario Gregoriano”, a diferencia del “calendario Juliano”, llamado también “ viejo calendario”. Es el calendario en que basamos nuestras actividades y fijamos nuestro devenir cotidiano, fue decretado por el Papa Gregorio XII, en el año 1582, comienza en el año uno (1) y se cuenta a partir del nacimiento de Jesucristo [¿?], no posee año cero.
La tierra gira alrededor del Sol, en cada vuelta emplea, 365 días y 5 horas, 48 minutos y 46 segundos, (acumuladas en cuatro años, hacen 23,2511 horas, lo que no hace un día mas), por lo que se contabilizan 365 días netos y en acumulo, se adiciona un día cada cuatro años que, completa en año bisiesto (29 de febrero) esto es resultado del estudio del tiempo que tarda la Tierra en dar la vuelta al Sol en forma cíclica.
Hay muchos calendarios aplicables según las culturas, el mas destacado es el calendario Chino, el que dará comienzo el 29 de enero , correspondiente al año 4722, de su contabilidad, iniciando el Año de la Serpiente de Madera en su Horóscopo Chino, será un periodo de renovación, introspección y crecimiento personal.
En los últimos años se ha aplicado arbitrariamente un calendario, adosado a un mal argumento, denominado Año Andino – Amazónico del Chaco, como el 5533, resultado de sumar (5000 años supuesto inicio de la cultura Andina [Aimara, Quechua, Chipaya y Urus), más los años entre el descubrimiento de América y el actual año, (2025 menos 1492 = 533 años). Falacia inventada considerando que, la Civilización Colla, se desarrolló entre 1100 D.C. y 1492 D.C, aproximadamente, desarrollando un imperio denominado Incaico. Error conceptual de esa duración de 5000 años de vigencia Inca.
Nuestros pueblos amazónicos solo se orientaban por los estados lunares, y los períodos cíclicos de estiaje e inundaciones, no se tiene mayor evidencia, puesto que las culturas andinas y las de llanura, no tenían relación cultural evidente, por lo que las prevenciones de avasallamiento cultural actuales, pretenden quieren relacionar los diferentes “modus vivendi” cultural.
Despido mi agenda 2024, con cariño, escribo en su última página, con nostalgia un GRACIAS POR ATESORAR MIS RECUERDOS, MIS OLVIDOS, MIS NOSTALGIAS, MIS POEMAS Y LAS CUENTAS…
No anoté en tus inocentes, blancas y puras hojas, las malas acciones de los gobernantes, los malos recuerdos, las tristezas de la vida, las maldades y angurrias de los que destrozaron el país.
Mañana, el primer día del nuevo ciclo de danza sideral entre el viejo taita Sol, la mamita abadesa Tierra y la hija triste y solitaria que todo lo observa, la Moperita Luna, esa que esconde una cara triste y muestra su radiante cara, retratada en la figura de San Cristóbal, como me animaba una santa abuela, esa danza que enumera quizá en 4500 millones de años, (Creación de la Tierra), que, en mi nuevo libro de vida para mi será en número 76 y pisaré el 2025 en la denominada Era del Antropoceno.
”y el tiempo va pasando…” (Juan Carlos Costas Salmón.)
Hoy , en el día de nuestro Aniversario de Vida en Hogar con Ana María, es 31 de diciembre de 2024.