Desde el 1 al 30 de septiembre, la Asociación Armonía realiza el monitoreo anual de aves playeras migratorias de larga distancia. Como cada año, este trabajo se realiza en la Reserva Natural Barba Azul, ubicada en el corazón de los Llanos de Moxos, al norte de Bolivia (Beni). La novedad de esta gestión es la ampliación del monitoreo a tres sitios adicionales dentro del mismo paisaje: Santa Ana de Yacuma, Estancia Espíritu y Estancia San Simón. El objetivo es evaluar si estas áreas también cumplen un rol clave para las aves playeras, en especial para el Playero Acanelado (Calidris subruficollis), especie considerada casi amenazada. Este trabajo cuenta con el apoyo del Programa del Acta de Conservación de Aves Migratorias Neotropicales (NMBCA) del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, Manomet y el Servicio Forestal de los Estados Unidos.
La ampliación del monitoreo busca generar información que permita comprender la importancia del paisaje completo de los Llanos de Moxos para esta especie migratoria. Actualmente, se sabe que la Reserva Barba Azul concentra más del 4% de la población global del Playero Acanelado, lo que la convierte en un sitio de importancia regional dentro de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (WHSRN). Sin embargo, la hipótesis es que varios puntos del paisaje podrían sumar porcentajes significativos. Si se confirma que más del 30% de la población global utiliza estas sabanas, los Llanos de Moxos podrían ser reconocidos como un sitio de importancia hemisférica, lo que cambiaría la escala de conservación del área.
“El objetivo es comprobar que los Llanos de Moxos son un sitio clave para las aves playeras a nivel continental. Sabemos que Barba Azul ya cumple con los criterios, pero si sumamos más sitios, podríamos demostrar que este paisaje es utilizado por una proporción aún mayor de la población global del Playero Acanelado”, afirmó Tjalle Boorsma, director de Programas de Conservación de Armonía.

Foto: Un grupo de Playeros acanelados (Calidris subruficollis) vuelan en uno de los bajíos de Santa Ana de Yacuma. Teodoro Camacho, Armonía
La selección de estas áreas se basa en el primer censo a escala de paisaje realizado en 2021 por Armonía con apoyo de Manomet, cuando se recorrieron 764 puntos y más de 1.200 kilómetros para identificar paradas migratorias. Ese estudio registró 673 individuos en 13 sitios fuera de Barba Azul y reveló que los pastizales cortos, hábitat esencial para la especie, son escasos, representando solo el 3,4% de los puntos muestreados, y están ligados al pastoreo de ganado. A partir de estos hallazgos, se priorizaron tres áreas con alto potencial para el nuevo monitoreo simultáneo.
El monitoreo consiste en registrar cuántas aves descansan en cada sitio, la altura del pasto y la presencia de ganado, ya que el Playero Acanelado depende de pastizales cortos —de entre 4 y 8 centímetros— para alimentarse. En la Reserva Barba Azul, esta condición se mantiene gracias al pastoreo del ganado, una interacción que resulta esencial para la conservación del hábitat. “Estos datos nos permiten identificar qué sitios son óptimos para la especie y cómo se mantiene la calidad del hábitat”, explicó Teodoro Camacho, coordinador del monitoreo.
A partir del 1 de septiembre, un equipo de once jóvenes profesionales y técnicos se incorporó a este trabajo: Teodoro Camacho, coordinador de monitoreo de aves playeras; Erick Zeballos, asistente de coordinación en la Reserva Natural Barba Azul; Renata Collareta, Gabriela Garrido, Zeleida Espinoza y Edson Morales, asistentes de investigación en la misma Reserva; Sofía Lottesberger, investigadora en Santa Ana de Yacuma; Whitney Monje y Bruno Parada, investigadores en Estancias Espíritu; y Joel Miserendino junto a Pablo Adrián Ortuste, investigadores en la Estancia San Simón.

Foto: El equipo de monitoreo de aves playeras en la Reserva Natural Barba Azul. Marizol Huarachi, Armonía
Entre 2019 y 2024, Barba Azul ha registrado cifras notables: en 2024 se estimó la presencia de más de 3.000 individuos, mientras que el máximo histórico se alcanzó en 2022 con casi 4.000 aves. Solo en un día, se observó un grupo de más de 1.400 individuos, lo que confirma la relevancia del sitio en la ruta migratoria.
El Playero Acanelado realiza un viaje de miles de kilómetros desde el Ártico, donde se reproduce, hasta Argentina, Uruguay y el sur de Brasil. Tras volar desde Texas y cruzar la selva amazónica, estas aves encuentran en las sabanas naturales de los Llanos de Moxos un punto primordial de descanso, donde permanecen entre cuatro y ocho días antes de continuar hacia el Cono Sur.