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El imperialismo Estadounidense contra la soberanía Venezolana

 

Alex A. Chamán Portugal

 

Introducción

 

El imperialismo representa la fase superior del capitalismo, caracterizada esencialmente por la concentración monopolista del capital, la exportación de capitales y la división del mundo entre potencias dominantes que pugnan por el control de recursos y mercados para perpetuar la explotación (Lenin, 1917). Esta dinámica no solo genera injustas guerras y sometimiento de naciones oprimidas y pueblos, sino que, como afirmó Lenin, “el imperialismo significa guerras, reparto del mundo y sometimiento de pueblos” (Lenin, 1917, p. 45). En el contexto latinoamericano, el genocida imperialismo estadounidense ha sido el principal agente de esta dominación y opresión, violando sistemática y ilegalmente el derecho internacional liberal, la libre autodeterminación de los pueblos y reeditando sus políticas guerreristas, invasoras y terroristas. La neocolonial Doctrina Monroe, proclamada en 1823 por el presidente estadounidense James Monroe, estableció el principio de “América para los americanos”, advirtiendo a las potencias europeas en declive que no intervinieran en los asuntos del continente; sin embargo, en la práctica se convirtió en un perverso instrumento de dominación de Estados Unidos sobre América Latina, legitimando su cruel injerencia política, económica y militar bajo el pretexto de proteger la independencia regional (Monroe, 1823).

Venezuela, bajo la Revolución Bolivariana iniciada por el comandante Hugo Chávez Frías en 1999, encarna la resistencia antiimperialista, defendiendo su soberanía frente a las cobardes amenazas y arbitrarias agresiones de Washington. Este modesto ensayo, basado en una visión antiimperialista, respalda la causa bolivariana, incorporando citas históricas que denuncian esta dominación, y demuestra cómo la lucha de la Venezuela Bolivariana es parte de la batalla intercontinental contra el imperialismo yanqui y el fascismo. El imperialismo norteamericano ha mantenido históricamente una feroz política de dominación en América Latina, caracterizada por la imposición de perversos modelos económicos y políticos neoliberales, el control y saqueo de recursos naturales estratégicos y la repudiada injerencia directa en los procesos políticos internos. Así, Venezuela Bolivariana se convirtió en un blanco prioritario debido a su política de independencia, su modelo de democracia participativa y protagónica, y sus vastos recursos naturales, especialmente reservas energéticas, minerales apetecibles, tierras raras y otros.

Raíces Históricas del Imperialismo Norteamericano y la Doctrina Monroe

 

El imperialismo estadounidense se remonta al siglo XIX, con la Doctrina Monroe de 1823, que proclamó «América para los americanos» como principio para excluir a las potencias europeas, pero en la práctica se transformó en un instrumento de dominación imperialista en beneficio exclusivo de Washington (Monroe, 1823). Simón Bolívar, visionario de la independencia latinoamericana, advirtió certeramente en su carta al coronel Patricio Campbell: “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad” (Bolívar, 1829, p. 1). Esta predicción se materializó en incontables y execrables intervenciones como la Guerra México-Estadounidense (1846-1848), donde Estados Unidos anexó vastos territorios, o la Guerra Hispano-Estadounidense (1898), que consolidó su hegemonía en el Caribe.

En el siglo XX, el repudiado imperialismo se intensificó bajo formas neocoloniales, como las «guerras bananeras» en Centroamérica, en que sus empresas explotaran recursos y derrocaron gobiernos progresistas. El gran revolucionario Ho Chi Minh, líder vietnamita, denunció: “El imperialismo es el enemigo común de la humanidad; donde él pisa, deja destrucción” (Ho Chi Minh, 1967, p. 23). Esta destrucción terrorista es evidente en intervenciones como el golpe contra el presidente Salvador Allende en Chile (1973) o la invasión a Panamá (1989), que generaron terror, miseria y sufrimiento, como señaló Nicolás Maduro: “El imperialismo estadounidense es el mayor generador de guerras, miseria y sufrimiento en el mundo” (Maduro, 2013, p. 56). La neocolonial Doctrina Monroe, originalmente antieuropea, evolucionó en un pretexto para el intervencionismo yanqui, como en la ocupación de República Dominicana (1916-1924) o Haití (1915-1934). Por su parte, Thomas Sankara, revolucionario africano, lo resumió: “El imperialismo es un sistema de explotación que aplasta incluso a quienes lo defienden” (Sankara, 1987, p. 112). El sistema capitalista, en su fase imperialista, depredador y decadente, no solo destruye la naturaleza, sino también las fuerzas productivas humanas. Persiste en imponer modelos neoliberales que perpetúan la desigualdad, la dominación, la explotación y la opresión, mientras saquean los recursos, violan la soberanía de las naciones y vulneran la autodeterminación de los pueblos.

Amenazas Actuales a la Soberanía Venezolana

 

En la actualidad, las amenazas contra la soberanía venezolana se expresan en distintos escenarios: económico y financiero, político y diplomático, militar y de seguridad, así como mediática y cultural. En lo económico, la ejecución de sanciones coercitivas arbitrarias procura estrangular la economía, bloquear exportaciones de petróleo, congelar activos internacionales y restringir el acceso a financiamiento. Estas inicuas medidas afectan al pueblo bolivariano venezolano, configurándose como un mecanismo de “guerra económica” para generar molestia social y desestabilización. En lo político, se manifiestan en el desconocimiento de las instituciones legítimas y el fomento de gobiernos paralelos o “presidentes interinos” como forma de deslegitimación del sistema democrático liberal, acompañado de presiones a organismos multilaterales para aislar a Venezuela y justificar acciones intervencionistas bajo el discurso de falsas banderas como “crisis humanitaria”, “dictadura” o “defensa de la democracia”.

En lo militar, las amenazas incluyen hostigamientos o intervenciones directas, planes de invasión y financiamiento de grupos armados en la frontera, con la instalación de bases militares estadounidenses en países vecinos como Colombia y el Caribe, generando un cerco estratégico contra Venezuela. En lo mediático, campañas de desinformación y manipulación global construyen una narrativa de “Estado fallido”, invisibilizando importantes avances sociales y legitimando la agresión externa, usando el internet y las redes sociales para inducir a la desestabilización, generar matrices de opinión negativas y deteriorar la identidad bolivariana. Hugo Chávez lo denunció: “El imperialismo yanqui es el más grande enemigo de la humanidad” (Chávez, 2006, p. 34). Fidel Castro lo advirtió: “El imperialismo es una bestia insaciable que no se saciará nunca” (Castro, 1961, p. 78). Estas ignominiosas agresiones del imperialismo violan el derecho internacional al ignorar la soberanía venezolana, reeditando injustas políticas invasoras como las intervenciones en América Latina.

En 2025 estas amenazas han escalado dramáticamente. El despliegue espantoso de buques de guerra estadounidenses, incluyendo destructores de misiles guiados, un crucero, un buque de asalto anfibio y un submarino nuclear, frente a las costas venezolanas, se presenta oficialmente como una operación antinarcotráfico, no obstante, es percibido como una amenaza política y diplomática directa de invasión para forzar un cambio de régimen. El presidente Maduro ha respondido movilizando el poder popular a través de milicias y fuerzas militares, declarando que Venezuela enfrentaría cualquier ataque como una declaración de guerra, y denunciando al imperialismo de buscar un «cambio de régimen mediante amenaza militar». Asimismo, las deportaciones masivas de venezolanos supuestamente vinculados a pandillas, intercambios de prisioneros controvertidos y la continuación de sanciones económicas intensifican el asedio, mientras Estados Unidos ignora el apoyo popular a la Revolución Bolivariana. Maduro responde: “El pueblo venezolano ha decidido ser libre, y jamás volverá a ser colonia del imperio” (Maduro, 2018, p. 89).

La Resistencia Bolivariana y la Victoria Inevitable

 

Frente a la cuestionada arremetida imperialista, la República Bolivariana de Venezuela ha reafirmado su proyecto de soberanía e independencia, sustentado en los principios del antiimperialismo, la autodeterminación de los pueblos y la integración latinoamericana. La resistencia del pueblo venezolano se ha expresado en la diversificación de alianzas internacionales (China, Rusia, Irán, países del ALBA y del Sur Global), el fortalecimiento de la doctrina militar bolivariana de “defensa integral de la nación” y la apuesta por un modelo económico productivo soberano para reducir la dependencia del petróleo. Hugo Chávez lo sintetizó: “Si el imperialismo nos ataca, es porque vamos por buen camino” (Chávez, 2006, p. 45). Esta lucha enlaza con el legado bolivariano, resistiendo el cerco estratégico estadounidense. Chávez agregó: “Venezuela no se arrodilla ante el imperio; se levanta digna y libre” (Chávez, 2005, p. 19).

El pensamiento revolucionario mundial converge en esta línea: Mao Tse-tung lo expresó: “El imperialismo es un tigre de papel: parece terrible, pero en realidad es débil, porque no cuenta con el apoyo de los pueblos” (Mao, 1956, p. 67). Por su parte, el Che Guevara agregó: “El imperialismo no es invencible; es un gigante con pies de barro” (Guevara, 1967, p. 89) y “Al imperialismo no se le puede conceder ni un milímetro” (Guevara, 1967, p. 92). El camarada Stalin, artífice la Gran Guerra Patria, especialmente, contra el nazismo, afirmó: “Mientras exista el imperialismo, las guerras serán inevitables” (Stalin, 1952, p. 34) y “La lucha de los pueblos contra el imperialismo es justa, y su victoria es inevitable” (Stalin, 1952, p. 56). Asimismo, el gran revolucionario africano Sankara proclamó: “La patria o la muerte, venceremos al imperialismo” (Sankara, 1987, p. 145). Fidel Castro, líder de la revolución cubana, insistió: “El deber de todo revolucionario es luchar contra el imperialismo” (Castro, 1961, p. 89). En consecuencia, la causa bolivariana no es aislada, sino parte de una lucha mundial contra el imperialismo, confirmando que la victoria bolivariana es inevitable, como la de los pueblos oprimidos contra el imperialismo decadente.

Conclusión

 

El imperialismo estadounidense, genocida y terrorista, busca quebrar la soberanía de la Venezuela Bolivariana mediante una pérfida estrategia multidimensional, pero el pueblo organizado y el Estado venezolano mantienen una posición firme de resistencia y dignidad, consolidando un proyecto histórico de independencia que se conecta con el legado del libertador Simón Bolívar y el comandante Hugo Chávez. El imperialismo estadounidense, que representa un insepulto sistema de dominación, explotación y opresión, produce guerras y miseria (Lenin, 1917). Venezuela resiste, respaldando la causa antiimperialista y antifascista. La batalla de Venezuela no solo es por su soberanía, sino por la esperanza de los pueblos que resisten y luchan contra el dominio imperialista. El combate y resistencia continúa hasta la victoria final.

Referencias

 

Bolívar, S. (1829). Carta al coronel Patricio Campbell. Guayaquil: Editorial Andina. https://www.biblioteca.org.ar/libros/154321.pdf

Castro, F. (1961). Discurso en la ONU. La Habana: Ediciones Revolucionarias. https://www.marxists.org/espanol/castro/1961/0001.htm

Chávez, H. (2005). Unidad, lucha, batalla y victoria. Caracas: Ediciones Minci.

Chávez, H. (2006). Discurso en la ONU. Caracas: Ministerio de Comunicación. https://www.marxists.org/espanol/chavez/2006/0001.htm

Guevara, E. (1967). Mensaje a la Tricontinental. La Habana: OSPAAAL. https://www.filosofia.org/hem/dep/cri/ri12094.htm

Ho Chi Minh. (1967). Discurso en la ONU. Hanói: Editorial Popular. https://www.marxists.org/espanol/ho/1967/0001.htm

Lenin, V. I. (1917). El imperialismo, fase superior del capitalismo. Moscú: Progreso. https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/imperialismo.htm

Mao, T. (1956). El imperialismo es un tigre de papel. Pekín: Ediciones Extranjeras. https://www.marxists.org/espanol/mao/escritos/IPT56s.html

Maduro, N. (2013). Discurso en la ONU. Caracas: MPPRE. https://www.minci.gob.ve/discurso-maduro-onu

Maduro, N. (2018). Discursos antiimperialistas. Caracas: Minci.

Monroe, J. (1823). Mensaje al Congreso. Washington: Archivo Nacional. https://www.archives.gov/milestone-documents/monroe-doctrine

Sankara, T. (1987). Discurso en la ONU. Uagadugú: Ediciones Africanas. https://www.marxists.org/espanol/sankara/1987/octubre04.htm

Stalin, J. (1952). Problemas económicos del socialismo en la URSS. Moscú: Progreso. https://www.marxists.org/espanol/stalin/obras/oe15/oe15.pdf

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