Amalia Cordero / Cuba
En esta colección de homenaje y atendiendo a la mística del número siete, he compilado siete poemas que cantan a la aureola que envuelve a las madres y que aflora al mirarlas desde varias aristas del prisma de ‘’la vida que es una lucha entre prosa y poesía.[…] La poesía es ese estado de encantamiento, de comunión, de disfrute, el que te da el amor por otro, la amistad colectiva, una obra de arte… Cada uno de nosotros debe intentar cultivar la parte poética de la vida porque eso es vivir.
Edgar Morín
Mi camisa
Agustín Acosta Bello / Cuba
Esta camisa blanca que mi madre ha zurcido,
Tan llena del aroma íntimo de mi casa,
Tiene una santidad cuyo oculto sentido
Ni envejece ni pasa…!
Yo podré ser mañana un hombre potentado,
sin soberbias ridículas y sin turbios sonrojos.
A estos días de ahora llamaré mi pasado,
y una lágrima triste caerá de mis ojos.
Mi pasado ¡Oh qué dulce me será todo esto!
En el viejo horizonte ya mi sol se habrá puesto,
Acaso esté de sedas riquísimas vestido;
Más como esta camisa que mi madre ha zurcido
No me pondré ninguna!
…
La joven madre
Antón Arrufat / Cuba
La joven madre
Que cruza de pronto la estancia
muy debilmente iluminada
Lleva en sus brazos al enemigo.
Es una carga de corazones nuevos,
Un ser poderoso y reciente
Que surge sin cesar de nuestra sangre,
Se instala en palacios que fueron nuestros,
Y alienta sus raíces de las personas antiguas.
Él se va formando sin cesar
De cierta esencia que disminuye de nosotros para siempre.
…
Hubo aquí un limonero
Raúl Luis / Cuba
Para Concepción Castillo, mi madre
Hubo aquí un limonero
Y en sus raíces y hojas confundidas
por la lluvia
Hay enterrada una paloma.
Nada más angustioso
Que el descenso de una paloma herida,
Ni pena tan colérica como sus ojos
En el momento de la agonía.
Paloma, yo el aliento te hubiera dado,
La sangre, el pensamiento,
Para tu vuelo.
Hubo aquí un limonero,
Y oigo trinos y rumores de alas..
…
A mi madre que no es persona importante
(Fragmento) Manuel Díaz Martínez / Cuba
Dedicado a Lezama LIma
Has estado muy bien esta mañana
Rogándome paciencia para tus temores. Estás vieja
Y no hablas más que de morir tranquila.
No de cómo será la entrada a la noche que esperas
Sospecho que ha de ser de pronto un sobresalto
y después la nada.
No importa si estás viva o estás muerta:
Nunca perderé tu imagen en el polvo
A que van cayendo mis pupilas,
que acabarán por descubrirte, entresacarte, iluminarte.
Donde ya mi piel no toque fondo.
La eternidad se extiende entre tú y yo
Y nos enlaza.
El tiempo entre los dos se ha convertido
En una hoja delgadísima que el aire transparenta
Haciendo de ella un prisma que te desmenuza
hasta agotar todo el espacio.
Para mi no cesarás de registrar tu bolso
Ni de pronunciar esos desmesurados consejos que me aturden
Y que algunas veces me hacen daño.
Para mi ya eres como erás cuando te mueras
Y en tu casa de infinitas partículas brillantes
Se exhiba el retrato en que apareces con mi padre
Sonriente y tímida, joven como la esperanza
Decidida a encontrarme en el fondo de tu amor.
Ahora solo llegas a despedirte.
Muy desolada te encuentro, madre, con tus preocupaciones.
En menos de dos días me has hablado varias veces de la muerte,
De cómo será ese misterio que a todos nos recibe.
Vete tranquila, madre, cuando el tiempo lo decida.
Vuelve a tu casa en paz, cúbrela con tus cuidados,
Pule tus ollas para que sean soles
Y piensa que nunca acabarás aunque te mueras.
…
Mami
Georgina Herrera / Cuba.
El día es propicio
para salvar distancias.
Hasta las nuestras.
Por eso, te llamo
Con un apodo familiar y antiguo.
Puede
Empezar ya en ti el asombro, desde
El sitio en que estás, por estas
cosas que vas a oir.
¿Cómo pudo exhistir tan grande espacio
entre las dos? ¿Cómo vivimos tantos anos, sin que nada
fuese a ambas común?
Ahora
Es que puedo entender, Y te agradezco
El desamor, la angustia,
El desamparo. Y
La total ausencia de esa sustancia
Elemental que me hace
Vivir sin nadie, en medio
De mil manos, deseando
Una mano que impida
Mi perenne caída inevitable.
…
De la lavandera
Mi elemento es el agua.
Dicen que es sagrada y que otros la veneraron.
Yo venero a otros dioses.
Pasa el pueblo con las camisas limpias.
Las lavé en la tarde, en la madrugada.
La batea me sirve de espejo: estoy vieja.
¿Quién recuerda que mis manos lavaron
esas camisas?
Mi madre perdió un amano en el agua.
El agua es un dios adverso para nosotros.
La encontré muerta en el patio:
El munon navegaba en el remojo.
Ocupé su lugar. La batea fue su herencia.
No voy a despreciarla ¿verdad?
Niña, trae el jabón.
…
Mi madre
Carilda Oliver Labra
Mi madre es esa niña sin padre y sin muñeca
Que nos hizo la carne y el alma del verano.
Usa vestidos serios y ya no toca el piano,
Pero aquí en nuestra casa ha sembrado una areca
Propietaria de todos los cordeles del mundo,
Por lavar los pañales se olvidó de ir a misa;
Y ya veis: le ha salido una iglesia en la risa …
Su delantal es sabio como un libro profundo.
Con las tijeras quiere cortarme penas hondas.
Hace guisos humildes y caricias redondas,
Y se arruga despacio como una ilusión.
Mi madre es esa única cruiatura diferente
Que para darme un beso raro y resplandeciente
Me ha zurcido la herida que llaman corazón…