No vacilo un instante en señalar que el talante colombiano será capaz de avanzar hacia
una sociedad más igualitaria, más justa, más honesta y más próspera.
Guillermo Cano Isaza[1]
Yessika María Rengifo Castillo
Colombia es un país con actos violentos. Uno de los hechos violentos que tiñen la bandera del país suramericano es Jaime Garzón,[2] quien fuera de los mejores humoristas de ese territorio con deseos incansables de equidad social. Desde ese escenario, nace evocar el uso que realizaba Jaime sobre el discurso como una herramienta sentipensante, es decir, el uso de la razón y el sentimiento en un contexto determinado, pero sin olvidar quienes somos.
Es así como en palabras de Neyla Pardo (2013), define:
La organización de los sistemas de significado, es decir, el abordaje de los modelos culturales en los discursos, permite recuperar la caracterización de la cultura como parte de la sistematicidad del conocimiento a través del cual es posible diferenciar una cultura
de otra, así como la capacidad de sus miembros para adaptarse a un conocimiento cambiante y su pericia para la generación de cultura. Págs. 81-82.
Lo que quiere decir que, el uso de los discursos permite una identidad cultural como esencia del conocimiento y el sentir de los individuos en un contexto. Además, recordemos que la identidad cultural es la consagración de un universo cultural o en palabras de Jesús Martín Barbero (2001):
Hasta hace muy poco decir identidad era hablar de raíces, raigambre, territorio, tiempo largo, memoria simbólicamente densa. De eso y solamente de eso estaba hecha la identidad. Pero hoy decir identidad implica también, si no queremos condenarla al limbo
de una tradición desconectada de las mutaciones perceptivas y expresivas del presente-hablar de redes, flujos, movilidades, […] raíces en movimiento. P. 23.
Esas raíces en movimiento que nunca serán una culminación, pero si una reevaluación de acuerdo a los sectores socioculturales de los sujetos sin olvidar su caminar de soles e inviernos.
Un olvido que no podrá reducirse a momentos fraternos sin acudir a el pasado y el presente de Colombia o en frases de Jaime Garzón en la conferencia que presentó en la Universidad de Caldas en 1996:
En Colombia no hay colombianos, y eso se debe a qué no sabemos que somos.
Lo anterior nuevamente quiere decir que, la identidad cultural como esencia de un Estado sin el desconocimiento de los sucesos históricos de este.
Entonces, la reconciliación como una estrategia que no desconoce y continua con los avances sociales del país o en palabras del Papa Francisco[3] a Colombia en 2017:
La reconciliación, no es una palabra que debemos considerar abstracta; si esto fuera así, solo traería esterilidad, traería más distancia. Reconciliarse es abrir una puerta a todas y cada una de las personas que han vivido la dramática realidad del conflicto.
La idea es que, reconciliarse es un acontecimiento que se instaura en los hechos del pasado y el presente que ayudarán avanzar con cicatrices de reivindicación frente a las víctimas.
Una reconciliación que se acompaña en fragmentos como los que uso Jaime Garzón en 1997 recordando a los representantes de la tribu Wayuu y su traducción en el segundo artículo de la constitución política de Colombia así:
Nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie, ni hacerle mal en su persona, aunque piense y diga diferente. Con ese artículo que nos aprendemos, salvamos este país, por lo menos sus hijos van a tener un país mínimamente más agradable.
Esto indica que, esa lucha permanente de Jaime por lograr un país armónico e integral desde el reconocimiento de sentires y pensares de los otros no debe destruir sino, edificar.
Finalmente, han pasado veinticinco años y los ecos de Jaime Garzón siguen recordando que la identidad cultural es una construcción permanente desde el reconocimiento del pasado y el presente de las voces distintas en los ejes políticos, sociales, económicos, y culturales de Colombia o un país que no pueden culminar en hechos violentos. O como diría Thomas Alva Edison[4]:
La no violencia lleva a la más alta ética, lo cual es la meta de la evolución. Hasta que no cesemos de dañar a otros seres vivos, somos aún salvajes
Referencias bibliográficas
Martín-Barbero, J. (2001). Imaginarios de nación: pensar en medio de la tormenta. Bogotá: Ministerio de Cultura.
Pardo, N. (2013). Poder, Discurso y Sociedad, II – Cómo hacer análisis crítico del discurso. Una perspectiva latinoamericana. Obtenido de:
Cibergrafía
Imagen tomada de : https://www.elespectador.com/judicial/comision-interamericana-admite-homicidio-contra-critico-y-humorista-jaime-garzon/
[1]Fue un periodista y escritor colombiano.
[2] Fue un abogado, pedagogo, comediante, actor, locutor, periodista, político, activista y mediador de paz colombiano.
[3] Argentino. Es el actual papa de la iglesia católica.
[4] Fue un inventor, científico y empresario estadounidense.