Maurizio Bagatin
Los de las Bodas de Canas, y motivos de ella. Luego vendrán muchos otros… Inspiración y materias de baile. Algo he siempre dudado de los abstemios, de los absolutamente sobrios y de los que detestan el fútbol… de la existencia de los desamorados, desamorados del amor y del vino. Para Homero, el vino mezclado con el agua, porque el agua no era tan potable…
Quienes nunca se emborracharon, tal vez, por eso no pudieron amar, los que no patearon una pelota, y por eso no amaron – pensando en Borges que adoró a estos niños – y no amarán.
Amar es beber y luego es recordar. El amor es ebriedad, fluido de la perifescenza o dormir despierto, es el ágape de los cristianos, la fe de los litúrgicos y de los dogmáticos, es siempre Prometeo.
“La modernidad está (d) escrita. Rimbaud, Verlaine y Corbière. A todos y cada uno su borrachera. Letra. Palabra. Color. Interpretaciones. Pueriles inocencias y sentidos. ¿Mañana? ¡O destilas o te mueres! Belleza de los signos. Humanidad. ¿Es poesía? ¡No! Y lo es. ¿Por qué? Por el corazón y la cabeza. No más. Es Poesía”.
El fin del mundo no será en el fuego y no será en el hielo, Frank Zappa lo imaginaba con un montón de papelorio y con nostalgia…o será virtual, como nuestras vidas hoy, encuentros, cursos, talleres y reuniones, hasta llegar a los cumpleaños, las chupas y, mañana, hacer al amor, virtualmente. Todo lo que hemos visto en Blade Runner.
Y el Julio que el domingo pasado le dice al Claudio que hay una Raquel que escribe poesía y, tal vez, quiere conocerla. Será por culpa de Wu Ming, de Elena Ferrante o de Thomas Pynchon, de Luther Blisset, de nuestra identidad, a veces máscara, a veces persona, siempre multitudinaria.
Ira, miedo, amor, dolor, humor, vergüenza, culpa, envidia, resentimiento y venganza, con todas las emociones intentaremos buscar el buen sentido, que aleje y nos alejes de la brutal ignorancia y el sentido común.
Agradece la cumpleañera las felicitaciones recibidas
