Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Claudio Ferrufino-Coqueugniot El brazo ametrallado de Blaise Cendrars corcovea. Sobre el de Stonewall Jackson ha crecido el valle del Shenandoah....

Claudio Ferrufino-Coqueugniot Te apoyas en la verde puerta de la casa de Budapest. Te dora el sol húngaro, no demasiado...

Claudio Ferrufino-Coqueugniot Cielo encapotado sobre Ascención de Guarayos, cielo donde no estoy y debiera. Llano y esencia de selva. Divago...

Claudio Ferrufino-Coqueugniot Las hijas de Milana Seménova han crecido. De aquellas dos niñas colegialas, pequeñas y elegantes, ahora hay señoritas...

Claudio Ferrufino-Coqueugniot Van para más de cinco años… Esquina de Preobrazhenskaya. A pocas cuadras está el Pryvoz, mercado de la...

Claudio Ferrufino-Coqueugniot Del klezmer a la música gitana de la estepa. Chejov y tanto más. Aguardo a cencistas que desconozco...

Claudio Ferrufino-Coqueugniot Sopa de quinua, sajta de papalisa en Aiquile. Me pregunto si todavía hay en aquel poblado cerveza de...

Claudio Ferrufino-Coqueugniot  'Twas after dread Pultowa's day,When fortune left the royal Swede -Around a slaughtered army lay,No more to combat...

Desde su balcón solariego, mi abuelo, subprefecto de Punata, veía pasar la banda borracha, alegre beodez que no coincidía con...

Claudio Ferrufino-Coqueugniot Dejo en cama la fiebre, el virus, la mácula y el trueno y me siento a escribir. De fondo,...